​Los 5 tipos de acoso escolar o bullying

¿Qué clases de bullying existen y cuáles son los rasgos característicos de cada uno?

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El bullying es un término que ha ganado popularidad a lo largo de los últimos años, pero este fenómeno ha existido desde que el hombre existe. Ahora bien, ¿Qué entendemos exactamente por por acoso escolar o bullying? Esta palabra anglosajona se utiliza de forma frecuente para denominar a los típicos matones de clase. Es decir, los maltratadores, ya sea de forma física o psicológica.

El bullying es un fenómeno que se caracteriza por el acoso acoso y/o intimidación del abusador sobre la víctima, dentro del ámbito escolar. El acosador disfruta sintiéndose superior al acosado y se regocija con el sufrimiento de éste. La exposición repetida de esta condición por parte de la víctima puede traer consigo consecuencias graves a nivel psicológico. En algunos casos, los alumnos que han sido víctimas de acoso escolar pueden llegar a suicidarse.

Si quieres comprender mejor este fenómeno, sigue leyendo; aquí encontrarás un resumen de los tipos de bullying y de las características de cada uno.

Los tipos de bullying

La violencia adopta formas muy diversas, y dentro de esta complejidad, podemos trazar algunas líneas para delimitar las particularidades de sus principales variantes, de modo que sea más fácil prevenirlas y neutralizarlas cuanto antes allí donde se producen. Esto se aplica también en el caso concreto del acoso escolar, y es por eso que hoy en día se distingue entre diferentes tipos de bullying.

Tipos de acoso escolar

Pero, ¿qué tipos de acoso escolar existen? Según el Centro Nacional Contra el Bullying (NCAB, por sus siglas en inglés) el bullying puede clasificarse de la siguiente manera siguiendo distintos criterios.

1. Bullying verbal

¿Qué es?

El bullying verbal o acoso escolar verbal se caracteriza porque el acosador expresa palabras crueles, insultos, amenazas, intimidación, bromas y frases excluyentes sobre la apariencia, la condición sexual, la etnicidad, la raza o la discapacidad de la victima. Los niños son más sensibles a este tipo de comentarios.

Ejemplo: Cuando un niño dice a otro niño: “Eres muy, muy gordo, y tu madre también”.

¿Cómo detectarlo?

Los niños que son víctimas de este tipo de bullying pueden mostrarse ausentes, malhumorados o mostrar un cambio de apetito. Además pueden decir algo de lo que les han dicho y preguntar si es cierto.

2. Bullying físico

¿Qué es?

El bullying físico se caracteriza por un comportamiento agresivo e intimidatorio por parte del acosador, que incluye patadas, golpes, zancadillas, bloqueos o empujones. Es la forma más conocida de Bullying.

Ejemplo: Un niño es intimidado por otro niño que le baja los pantalones en el recreo

¿Cómo detectarlo?

Por desgracia, muchos niños no cuentan a sus padres lo que ha sucedido. Pero los padres pueden detectar si su hijo está sufriendo acoso escolar físico porque este tipo de bullying suele dejar marcas en el cuerpo de la víctima, lo que manda una señal de alarma. Algunas de estas marcas corporales son: cortes, moratones, ropa rota, etc. Además, la víctima puede quejarse frecuentemente de dolores de cabeza o de barriga.

3. Bullying social o relacional

¿Qué es?

Este tipo de bullying es más complicado de detectar y suele suceder a espaldas de la víctima. El objetivo suele ser que la persona no se una o no forme parte de un grupo. Ya sea en el comedor, en los partidos de fútbol del recreo o cualquier actividad social o educativa del centro, la víctima es ninguneada o repudiada por sus compañeros.

Ejemplo: Un grupo de chicas en una clase de gimnasia sacan sus fotos sobre una fiesta en la que una de las chicas de la clase no estaba invitada, y estando ella presente, la tratan como si fuese invisible.

¿Cómo detectarlo?

Es frecuente que la víctima muestre cambios de humor, evite los grupos de compañeros y esté solo más de lo normal. Las chicas son más propensas a sufrir este tipo de bullying. El dolor emocional producido por el bullying social puede ser igual de intenso que el sufrido por el bullying físico y las secuelas puede durar incluso más tiempo.

4. Cyberbullying

¿Qué es?

El cyberbullying es un fenómeno que ha nacido debido al auge de las redes sociales. Se caracteriza por el acoso o la intimidación producida a través de las redes sociales, mensajes de texto y correos electrónicos. A través del medio digital, el acosador difunde falsos rumores, mentiras, amenazas, comentarios sexistas o racistas, causando un enorme malestar y problemas psicológicos y emocionales en la víctima.

Ejemplo: Cuando un chico twitea o pública un estado en facebook, “Ramón es un perdedor. ¿Cómo es posible que tenga novia? Seguro que su novia solo lo quiere por el dinero”.

¿Cómo detectarlo?

Es posible que la víctima del cyberbullying pase mucho tiempo online y se muestre triste y ansioso después. Además, la persona que sufre este tipo de acoso (y cualquier forma de acoso escolar) puede tener problemas para dormir, y puede llegar a suplicar no ir al colegio, ausentándose de actividades que antes disfrutaba.

5. Bullying carnal

¿Qué es?

Este tipo de bullying es posiblemente el más complicado de analizar, pues muchas personas se niegan a aceptar que haya niños que realicen este tipo de conductas. Esta clase de acoso en la escuela se caracteriza por comentarios machistas u obscenos, por tocar a la víctima en lugares íntimos o presionar a ésta para que haga algo que no quiere (por ejemplo, ver películas para adultos). Esta clase de bullying puede causar graves problemas psicológicos y marcar para siempre las relaciones íntimas y afectivas de la víctima.

Ejemplo: Un niño de clase obliga a una niña a besarle de forma repetida.

¿Cómo detectarlo?

Generalmente, la víctima de este tipo de bullying no expresará lo que le ocurre, pero evitará situaciones en las que pueda encontrarse con el acosador. Por ejemplo, no asistiendo la escuela.

Las causas del acoso escolar

El bullying es un fenómeno que puede manifestarse por distintas causas (personales, familiares o escolares), y por eso puede darse en cualquier centro educativo: sea privado o público. Respecto a las causas escolares, parece haber más riesgo de acoso escolar en los centros grandes que en los pequeños, por la dificultad en la vigilancia de los primeros.

Una causa personal podría ser, por ejemplo, la baja autoestima del acosador. Sentirse superior al acosado sería una manera de suplir la poca confianza en sí mismo. En cuanto a las causas familiares, el origen de la violencia de los niños acosadores podría encontrarse en el modelo de padre agresivo. Además, la tensión económica, la mala relación entre los progenitores, los valores adquiridos, la ausencia de reglas de convivencia, etc. podrían ser causas probables del desarrollo de este fenómeno.

Consecuencias y efectos

Las víctimas de acoso escolar pueden sufrir distintos efectos psicológicos negativos.

Una investigación realizada en 2014 en la la King’s College London descubrió que los efectos psicológicos negativos que sufren las personas con bullying permanecen durante 40 años después de haber sido víctima de acoso.

Esto nos debe hacer reflexionar sobre el grave impacto psicológico del acoso en el resto de la vida de la persona afectada, presentando peores indicadores de su salud mental y física y un peor desempeño cognitivo respecto a los individuos que no sufrieron acoso.

Veamos cuáles son los efectos negativos en la salud física y psíquica detectados en víctimas de bullying.

1. Estrés

Las víctimas de acoso escolar presentan estrés no solo durante la época escolar sino también años después. Esto se desprende de un estudio llevado a cabo en la Tufts University y que revela que las personas afectadas segregan más cortisol, una hormona directamente implicada en la sensación de estrés.

Esto explicaría buena parte de las consecuencias para la salud a largo plazo en estas personas, por ejemplo la aparición de trastornos mentales, como señaló un estudio de la Universidad Johns Hopkins.

2. Ansiedad y depresión

Otra investigación, en este caso de la Universidad de Duke, detectó que las víctimas de acoso tenían una mayor probabilidad de sufrir trastornos como la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizado y las crisis de pánico. También presentaban mayores tasas de depresión y de aislamiento social.

3. Somatizaciones

También pueden presentar trastornos psicosomáticos. Así se detectó en un informe publicado por Randy y Lori Sansone en el año 2008.

4. Suicidio

En el mismo estudio realizado en Duke, se encontró una mayor probabilidad de suicidios en estas personas. El primer caso de suicidio de una persona que sufría bullying fue el del joven español Jokin, que a sus 14 años decidió poner fin a su vida después de llevar años sufriendo abusos y hostigamiento en su colegio en la localidad de Hondarribia.

5. Problemas en la socialización y en el futuro laboral

Las víctimas de acoso en la escuela presentan, estadísticamente, peores indicadores en lo que refiere a su calidad de vida familiar y en su capacidad adquisitiva en su vida adulta. También pueden sufrir un peor desempeño en sus habilidades sociales y comunicativas, tal como se indicó en el estudio de Claire Fox y Michael Boulton publicado en la British Psychological Society.

La diversidad de la violencia en la escuela

La existencia de diferentes tipos de bullying nos muestra hasta qué punto las acciones orientadas a dañar o atacar a otros pueden adoptar diferentes formas. Por eso, es responsabilidad de los adultos y de los cuidadores detectar estas formas de violencia física o psicológica y ponerles freno, poniendo el foco en las necesidades de las víctimas.

Es crucial que los estereotipos sobre lo que es violencia y lo que no lo es no sirvan como excusa para invisibilizar y normalizar comportamientos inaceptables que, si bien no tienen que ver con las palizas o las heridas, dejan marcas psicológicas que pueden torcer la calidad de vida de los niños y niñas durante años.

  • De Acevedo, A. (2010). Alguien me esta molestando: el bullying. Ediciones B.
  • Barri, F. (2006). S.O.S. Bullying: Prevenir el Acoso Escolar y Mejorar la Convivencia. Praxis, S.A.
  • Norman K.J., Seiden J.A., Klickstein J.A., Han X., Hwa .LS., et al. (2015). Social stress and escalated drug self-administration in mice I. Alcohol and corticosterone. Psychopharmacology.
  • Ricou Sanz, J. (2005). Acoso escolar. RD Editores.

Psicólogo | Director de comunicación de Psicología y Mente

Barcelona
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Jonathan García-Allen (Reus, 1983) es Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona, y cuenta con distintas especialidades. Ha cursado varios posgrados, entre los que destacan el de Gestión de Recursos Humanos por la Universitat Rovira i Virgili, el postgrado en Psicología del Deporte por la UNED y el de Mindfulness e Inteligencia Emocional por la Universidad de Málaga. Experto universitario en Coaching por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Es fundador y Director de comunicación de la web Psicología y Mente, la mayor comunidad en el ámbito de la psicología y las neurociencias.

También ha participado en distintos proyectos: Psicólogo en Meyo App; creador, Director técnico y formador en el Star Camp de la cadena hotelera Iberostar, un programa de animación infantil y juvenil basado en las Inteligencias Múltiples, el Teambuilding y la Educación en valores; y en la actualidad es profesor de Coaching Educativo en la Universidad Libertadores (Colombia).

Autor de dos libros de divulgación científica:

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