En la actual era digital, caracterizada por la hiperconectividad y por la necesidad de mantenerse constantemente informados/as, los medios digitales han tomado una nueva dirección teniendo en consideración la representación de minorías y de realidades distintas a las normativas. Como consecuencia a los debates generados por minorías étnicas, sexuales y disidencias en general, con cada vez más fuerza, estos debates en cuanto a la necesidad de la diversidad se reflejan en todas nuestras pantallas.
Y es que el cine comercial y las grandes producciones de Hollywood también optan poco a poco por la mayor representatividad de historias y realidades diversas, alejándose por ejemplo de la exclusiva representación de hombres blancos cisheterosexuales en películas de superhéroes o la aparición de mujeres en roles hipersexualizados o basados en tramas puramente románticas. Muchas personas se preguntan si esta nueva manera de representar historias en las grandes pantallas sirve de algo o si no deja de ser un movimiento puramente comercial y con el objetivo de ganar dinero. Si bien es evidente que estos cambios argumentales representan un nuevo negocio y una nueva veta de la que obtener beneficios económicos, también es positivo que altavoces tan grandes como las grandes distribuidoras de cine representen realidades que normalmente se han ignorado.
Siendo un tema de debate de plena actualidad, en este artículo vamos a hacer una reflexión sobre de qué maneras el cine comercial puede luchar contra los estereotipos de género, proponiendo algunos ejemplos de películas comerciales que han tenido un impacto real sobre la deconstrucción de los estereotipos de género.
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¿Qué son los estereotipos de género?
Es importante definir primero qué son estos estereotipos de género para llegar a comprender en profundidad de qué formas puede el cine comercial influir en su deconstrucción y lucha. Los estereotipos de género hacen referencia a las creencias adquiridas mediante la socialización de todas las personas sobre todo el conjunto de actitudes deseables para hombres y mujeres.
Básicamente, los estereotipos de género dictan todo lo que debería hacer un hombre y una mujer para cumplir con las expectativas sociales que se tiene de ellos y ellas.
Los estereotipos de género son nocivos para la sociedad y para la construcción e implementación de la diversidad porque representan valores anticuados y basados en la diferenciación de hombres y mujeres en función de ideales patriarcales y machistas. Estos hacen que la feminidad esté muy ligada a las funciones de cuidado y a un papel secundario respecto al hombre. Mientras que el rol del hombre es el de la fuerza, el trabajo y los negocios, las mujeres se encargan de la crianza y las tareas domésticas. Estos roles de género hacen también que los hombres tengan mayores dificultades para mostrar en público sus emociones y que las mujeres sean comprendidas y representadas como más emocionales, llegando incluso a asociarlas con la histeria y la locura.
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¿De qué manera el cine comercial puede luchar contra ellos?
Muchos estudios en torno a los estereotipos de género se hacen eco del mantenimiento de los mismos debido en gran medida a la representación que estos han tenido en los medios de comunicación de masas. Retomando el concepto de socialización, existen muchos valores que se nos son enseñados mediante la exposición gradual y completa de estos ideales en diferentes componentes de la sociedad. Uno de ellos es, efectivamente, los medios de comunicación y el cine.
A lo largo de la historia del cine, se han mantenido en la gran mayoría de películas comerciales los roles de género estereotipados para hombres y mujeres. Se han mostrado comedias románticas en las que los protagonistas hombres son mucho más inteligentes y sagaces que sus compañeras mujeres, que suelen estar únicamente caracterizadas por tramas amorosas o de despecho. Las películas de acción casi siempre han tenido protagonistas hombres; el policía que descubre al asesino suele ser un hombre, y en algunas ocasiones tiene una acompañante o amante mujer cuyo único interés en la trama es esta historia romántica o sexual.
Por eso, se habla de que el cine comercial puede luchar contra estos estereotipos de género generando historias cinematográficas que se ajusten más a la realidad. Los hombres no son el motor que mantiene en movimiento el planeta, y las mujeres no guían todos sus comportamientos exclusivamente con objetivos seductores o sexuales. Las mujeres también son protagonistas, y, teniendo en cuenta la realidad patriarcal de nuestra sociedad, no estaría mal entender que los mayores antagonistas son, en algunos casos, hombres.
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Ejemplos de cine mainstream que rompe estereotipos
Como hemos comentado, el cine comercial sí lucha contra los estereotipos de género. Algunas películas y producciones sí generan un debate en torno al cambio de los roles establecidos. Vamos a proponer algunos ejemplos de películas que ofrecen una visión diferente en torno a los papeles principales y los roles de género típicamente asociados a la masculinidad y feminidad:
1. Thelma y Louise (1991)
Thelma y Louise representó unos papeles y roles muy adelantados a su época y generadores de mucho debate para el momento. Las dos protagonistas y personajes principales de esta película son mujeres que no siguen con los roles de género tradicionales y establecidos.
Dos mujeres en relaciones sentimentales frustradas y sometidas al cuidado de sus parejas (hombres, claro) que deciden escapar de sus situaciones en un viaje por carretera. Pero además, representa la lucha contra la violencia machista cuando una de las protagonistas asesina a un hombre que intentaba abusar sexualmente de su compañera. Por ello, la película generó mucha polémica por la respuesta violenta y armada a la violencia machista y sexual. Sin embargo, es importante cuestionarse, ¿por qué solo genera debate la violencia cuando es ejercida por mujeres, pero no cuando la ejercen los hombres? Básicamente, porque la violencia es esperable en los hombres, se encaja en el rol masculino; pero no en el femenino.
2. Lara Croft (2001)
La película de Lara Croft basada en el personaje principal de estos videojuegos homónimos marcó un antes y un después en la caracterización de los personajes femeninos en películas de acción. Esta heroína hace uso de la fuerza y la violencia de maneras similares a los hombres protagonistas de otros blockbusters de acción. Es aventurera, y la historia se centra en objetivos diferentes a una trama amorosa o romántica. Si bien es cierto que fue pionera para la época en la representación de las mujeres en las películas de acción, este personaje ha envejecido de una manera diferente, encontrándose diferentes críticas en torno a la excesiva sexualización de la protagonista. Es verdad que presenta comportamientos de acción que se encuadrarían con las de los personajes masculinos, pero al mismo tiempo, representa físicamente un objeto de deseo alineado con los ideales sexuales masculinos.
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3. Los Juegos del Hambre (2012)
La saga de Los Juegos del Hambre fue de las crónicas de películas más exitosas de la década de 2010. Muchas niñas utilizaron como referencia a la protagonista de las películas, Katniss, como un icono feminista. Esta protagonista toma también unos roles y actitudes alejados de la feminidad tradicional; no es excesivamente sexualizada, no basa su trama principal en el romance con un hombre, utiliza la fuerza y las armas y, a la vez, es una persona con una sensibilidad que no la deshumaniza ni la relega a un papel puramente masculino. Es una mujer que no sigue con los valores estereotipados de las mujeres, pero que no por ello toma el rol del “hombre”. Representa una imagen más realista de las mujeres en nuestra sociedad, pese a ser su trama una realidad distópica y alejada de nuestro mundo real.
4. Barbie (2023)
En boca de todos durante las últimas semanas, la película de Barbie se presenta como la más taquillera del año, además de ser la que más debates está generando. Esta película toma un icono asociado sistemática a la feminidad, la muñeca Barbie, para hacer una reflexión irónica y cómica sobre los cimientos patriarcales de nuestra sociedad. En tonos satíricos, la película fomenta el cuestionamiento de estos estereotipos de género y valores tradicionales, dando a entender que afectan a todas las personas, tanto hombres como mujeres. El patriarcado no solo ha castigado a las mujeres de forma prolongada en el tiempo a ser objetos del deseo masculino y forzadas a ganarse la atención o la validez social mediante la aprobación masculina, sino que también ha generado en los hombres dificultades para mostrarse emocionales y para respetar de una manera bidireccional las realidades femeninas.
Aún queda mucho por hacer
Como hemos comentado, sí; el cine comercial puede luchar contra los estereotipos de género y lo hace, dando lugar a historias en las que las y los protagonistas no representan los roles de género tradicionales. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer. De todas las películas comentadas anteriormente, solo la última, Barbie, ha sido dirigida por una mujer. Las diferencias en Hollywood en cuanto a la brecha salarial entre actores y actrices también existen, y son muchas las actrices que alzan la voz en torno a la falta de trabajadoras mujeres detrás de las cámaras. Las grandes producciones comerciales siguen siendo un mundo dirigido por hombres, que, aunque quieran representar valores más abiertos a la diversidad, casi siempre lo harán bajo la mirada masculina. Es responsabilidad de todos y todas integrar estos valores y roles de género alejados de las concepciones tradicionales para así, construir mediante todos y todas, una sociedad más justa, diversa y representativa para todas las personas.
