La Estigmatización de los Hombres maltratados

Así es como el estigma afecta negativamente a los hombres que son o han sido maltratados en casa.

La Estigmatización de los Hombres maltratados

Afortunadamente, la violencia de género es un tema que en los últimos años comenzó a ser tratado como un problema de salud pública. En muchos países del mundo se han desarrollado y aplicado programas de intervención con el propósito de disminuir las graves consecuencias de este problema estructural de desigualdad entre hombres y mujeres.

A pesar de los notorios avances, siempre es importante resaltar que todavía resta un arduo trabajo de investigación y educación acerca del tema. Al mismo tiempo, también es cierto que existen otros fenómenos ligados a la violencia —específicamente, en la violencia dentro de la pareja— que no han sido estudiados a nivel científico con tal rigor y que, por lo tanto, las medidas adoptadas para prevenirlos son escasas.

Por otra parte, muchos sectores de la sociedad aún no consideran de tal magnitud o desprestigian algunos de dichos fenómenos. Tal es el caso de la violencia ejercida hacia los hombres dentro de las relaciones de pareja. Con el propósito de contribuir a la exposición de información al respecto, en este artículo veremos cuáles son las consecuencias del maltrato en los hombres en relaciones de pareja y cómo la estigmatización contribuye a perpetuar este problema.

La violencia hacia los hombres: ¿qué es y qué formas adopta?

En estas últimas décadas, un término que ha sido agotado en el campo científico es el de violencia hacia la pareja. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este tipo de violencia consiste en cualquier conducta en las relaciones íntimas, actuales pero también del pasado, que provoquen en uno de los miembros de la díada algún tipo de daño físico, psicológico o sexual, sea cual fuere su género.

Las investigaciones acerca del tema indican que, debido a la replicación en nuestros vínculos sexoafectivos del sistema sociocultural patriarcal que persiste, la relación de poder asimétrica entre varón-mujer ocasiona que sea más frecuente la violencia hacia las últimas, no por ello menos problemático. La violencia ejercida por hombres hacia mujeres adquiere, por tanto, el nombre de violencia de género y no así viceversa.

Sin embargo, según la revisión llevada a cabo por Rojas-Solís y colaboradores, existe evidencia a favor de que ambos miembros de una pareja tienen el potencial de ejercer algún tipo de violencia hacia la otra persona y que los hombres también pueden ocupar el rol de víctimas.

Los hombres que son maltratados por sus parejas manifiestan un deterioro grave de su bienestar. Experimentan síntomas psicológicos severos, como altos niveles de ansiedad y estado de ánimo depresivo. Además, algunos estudios encontraron que los hombres maltratados son más propensos a sufrir ciertos trastornos de la salud mental, tales como el trastorno por estrés postraumático (TEPT) y depresión. Al mismo tiempo, se halló que la violencia hacia los hombres por sus parejas estaba relacionada con una tendencia a la ideación suicida.

El gran problema de la violencia hacia los hombres: el estigma social

Así como sucede con la violencia hacia las mujeres, el maltrato masculino está asentado en los valores arcaicos que aún prevalecen intrincados en nuestra sociedad. Los estereotipos de género asociados a lo que se supone que es “ser hombre” y a la masculinidad están plagados de palabras como fuerza, poder, lógica o frialdad, que podrían ser nocivas para aquellas personas que no se ajustan al estereotipo. En otras palabras, todo varón cuya personalidad quede por fuera de aquél cánon de “lo masculino” es más propenso a ser rechazado por la sociedad que aquél que cumple con aquellas características.

El problema reside cuando, a raíz de estos valores sociales, las dificultades que sufren los hombres maltratados por sus parejas son invalidadas por las demás personas que podrían estar al tanto de la situación —familiares, amigos—; pero también, lamentablemente, por los agentes cuya función es intervenir en caso de ser necesario —servicios estatales y privados, profesionales, fuerzas de seguridad, etcétera—. Es común oír que los hombres maltratados expresan que un problema serio como el suyo es desestimado y en algunos casos banalizado, por lo que no se les toma en serio cuando intentan acceder a un servicio de asistencia.

Además, en muchas ocasiones los hombres maltratados han internalizado los roles sociales que se les adjudica, creyendo que deberían aguantar los insultos que provenientes de sus parejas o sus agresiones porque “eso debería poder soportar un padre de familia”. También, muchos consideran que no deberían sufrir ni expresar las consecuencias psicológicas del abuso porque “los hombres no lloran”, aumentando de manera significativa el malestar que padecen a causa del maltrato.

La intervención y asistencia dirigida a los hombres maltratados

Por lo tanto, es fundamental contar con mayor conocimiento científico acerca del tema, en especial, localizado en conocer las experiencias de los hombres maltratados en los países hispanohablantes, ya que no se han realizado muchas investigaciones al respecto en comparación al mundo anglosajón. Esto permitirá evidenciar cuáles son las particularidades de los hombres víctimas de violencia en estos contextos y, en consecuencia, poner a la luz su sufrimiento, disminuir el estigma con el que acarrean y elaborar nuevas formas de intervención.

Aunque en países como Canadá, Reino Unido y Estados Unidos se han implementado centros de refugio para proteger a los hombres víctimas de violencia, donde se les brinda contención presencial o virtual para salir adelante, en la mayoría de países del mundo el apoyo hacia esta población es limitado y la dimensión del problema es minimizada.

No obstante, debemos reconocer que a día de hoy están comenzando a elaborarse programas de intervención gratuitos para ayudar a los hombres estigmatizados por el maltrato. Por ese motivo, es crucial subrayar que muchos municipios, provincias y países cuentan con líneas telefónicas o gabinetes destinados a la contención de varones siendo maltratados por sus parejas, por lo que, en caso de estar sufriendo este tipo de violencia, será de ayuda contactar con alguno de estos servicios. De no estar disponibles, siempre está la posibilidad de ser acompañado por un profesional de la salud mental en el marco de un proceso psicoterapéutico o en el centro de salud más cercano.

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Tal y como hemos visto, las dinámicas de maltrato tienen una dimensión social y una dimensión individual. Para saber abordarlas afrontando y superando el trauma que supone haber sido víctima de estos ataques, puede ser necesario acudir a psicoterapia.

Ester Fernández

Ester Fernández

Psicologa - Coach . Colegiada 16900

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  • Rojas-Solís, J. L., Guzmán-Pimentel, M., Jiménez-Castro, M. P., Martínez-Ruiz, L., y Flores-Hernández, B. G. (2019). La violencia hacia los hombres en la pareja heterosexual: Una revisión de revisiones. Ciencia y sociedad, 44(1), 57-70.

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Ester Fernández es psicóloga y Directora de PsicoConsulting Empresarial, centro de psicología ubicado en Barcelona. Ofrece servicios de asistencia psicológica a pacientes y asesoría y selección de personal para empresas, partiendo de más de una década de experiencia en estos ámbitos.

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