Nihilismo moral: qué es y qué propone esta postura filosófica

Veamos en qué consiste el nihilismo moral, corriente filosófica centrada en los enunciados éticos.

Nihilismo moral

Definir que es moralmente correcto ha sido algo realmente difícil a lo largo de la historia y, de hecho, hay quienes consideran que la idea de qué algo sea correcto o incorrecto éticamente hablando es falso.

Esta es la visión propia del nihilismo moral, que considera que no se puede afirmar que algo sea cierto dado que la moralidad es algo difícil fundamentarla en hechos moralmente verdaderos.

¿Qué es el nihilismo moral?

El nihilismo moral, también llamado nihilismo ético, es la visión metaética (es decir, de la parte de la ética encargada de estudiar sobre el origen de los principios éticos) que indica que los principios éticos son generalmente falsos.

Es la visión metaética de que nada es moralmente correcto o incorrecto. Según esta visión no hay proposiciones morales que sean verdaderas, ni tampoco se concibe la idea de que existan proposiciones que sean moralmente buenas, malas, incorrectas o correctas. Considera que no hay verdades morales. Por ejemplo, un nihilista moral diría que el asesinato no es un hecho ni correcta ni incorrecta.

La moralidad es arbitraria

Definir qué es la moralidad es algo que se ha demostrado como muy difícil, pese a que se ha logrado cierto consenso entre los filósofos, hablando de que hay ciertos juicios que se podrían considerar como imparciales y universales. Encontrar un fundamento sólido sobre si estos juicios son verdaderos o falsos es algo todavía más difícil, dado que es difícil utilizar un aspecto universal de la ética para crear una teoría ética que pueda permitir al ser humano tener la certeza de qué aspectos morales son correctos y cuáles no.

Un ejemplo claro de todo esto son los debates acerca de si es aceptable el aborto, la eutanasia e, investigado experimentalmente, el dilema del tranvía. Son temáticas en las que las personas no se ponen de acuerdo. Hay los defensores del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y el dejar de sufrir de los enfermos terminales, mientras que otros sostienen que la vida es algo sagrado y arrebatarla es atentar contra la moral.

Todo esto vendría a dar apoyo a la idea de que los enunciados morales no son correctos o incorrectos, sino una cuestión de subjetividad absoluta. Es la cultura la que nos induce a tener un sistema de creencias y valores que nos hace justificar nuestras acciones y las acciones de los demás como algo bueno o algo malo. En función de lo inconsistentes que sean las acciones de los demás con respecto a nuestros principios morales, esto nos producirá más aceptación o rechazo a su conducta.

Propuestas de esta corriente filosófica

Como ya íbamos diciendo, los seguidores de esta corriente defienden que ideas como, por ejemplo, “el asesinato es moralmente incorrecto” no son ciertas. Sin embargo, hay diferencias con respecto a cómo interpretar esa idea. No es lo mismo considerar que algo no es cierto que considerarlo como falso. Puede que esto parezca que no es así, que en esencia son lo mismo y, de hecho, una de las dos formas de pensar dentro de la corriente así lo ve. El matiz es bastante nimio, pero aún así está ahí.

Una de las dos visiones considera que todo enunciado moral, tanto si especifica que es correcto como lo que es incorrecto, no es ni verdadero ni falso. Es decir, y en relación con el ejemplo del asesinato, el acto de quitarle la vida a otra persona no sería ni algo malo, como está conformado de acuerdo a la visión moral de la mayoría de las personas, pero tampoco sería algo bueno. Simplemente sería la acción de quitarle la vida a otra persona, objetivamente hablando.

Por otro lado, tenemos el punto de vista que considera que cualquier enunciado, describa una acción moralmente correcta o una incorrecta, es, necesariamente falsa. El motivo de ello es que no hay forma de fundamentar moralmente absolutamente nada, por lo tanto, afirmar qué está bien y qué no lo está implica estar mintiendo, con lo cual se dice una falsedad.

La teoría del error

John Leslie Mackie es conocido por ser el más famoso pensador sobre las ideas nihilistas morales. Es conocido por ser defensor de la teoría del error, una teoría que combina el nihilismo moral con el cognitivismo, la idea de que el lenguaje moral consiste en enunciados de verdad-falsedad. La visión de la teoría del error es la de que la moral ordinaria y el discurso asociado a la misma cometen un gran y profundo error, con lo cual todos los enunciados morales son reclamos ontológicos falsos.

Mackie argumentaba que los enunciados morales sólo podrían ser ciertos si se encontraban propiedades morales que les dieran fuerza, es decir, que fueran su fundamento. El problema es que esas propiedades morales no existían, por lo tanto todos los enunciados morales tenían que ser, necesariamente, falsos. No existen propiedades puras y duras que nos permitan determinar que una acción es correcta o no.

En resumidas cuentas, la teoría del error se fundamenta en lo siguiente:

  • No hay propiedades morales verdaderas, nada está bien ni mal.
  • Por lo tanto, ningún juicio es verdadero.
  • Nuestros juicios morales fallan al describir las características morales de las cosas.

El hecho de que consideremos que el asesinato está mal no es porque haya una verdad indudable y objetiva que nos diga que eso está mal. Lo consideramos algo moralmente incorrecto porque la cultura nos ha hecho pensar así, además de que, como no nos gustaría que alguien nos arrebatara la vida, el que maten a otras personas nos despierta la empatía. Es malo porque no queremos que nos lo hagan a nosotros.

La evolución es el origen de la moral

En base a todo esto, ¿cómo se explica que los seres humanos hayamos tenido la necesidad de atribuirle moral a las acciones? Como ya hemos comentado, la empatía, un producto de la evolución, tiene mucho que ver con la moral. Es un hecho que la cultura influye y moldea nuestros principios morales, pero es curioso como en muchas culturas hay ideas que son vistas universalmente como buenas o malas, y son muy pocos quienes se atreven a ponerlo en duda.

Muchos psicólogos evolucionistas considera que las ideas innatas de la simpatía, la empatía, el dar y recibir y otras conductas relacionadas con la reciprocidad implicaron una gran ventaja evolutiva a la hora de concebir al ser humano como es hoy en día. El compartir ha sido relacionado con unas mayores posibilidades de supervivencia.

Esto también sería atribuible a la idea de la moral. Habría aparecido como una serie de conductas a evitar, especialmente aquellas que implicaran un gran perjuicio para todos, como la agresión, el asesinato, la violación… Es decir, al establecer qué aspectos son correctos y cuales no, se limita la libertad de los individuos, lo cual evita que cada uno haga lo que quiera y, por lo tanto, disminuye las posibilidades de que se den conductas vengativas.

Volvamos a la idea anterior del asesinato. Si en una sociedad se concibe el asesinato como algo neutro, ni bueno ni malo, implica que no haya leyes que prohíban su realización. Esto significa que una persona que tiene una riña con alguien puede cometerlo y, a su vez, un familiar de la víctima mate al asesino. Como contrarrespuesta, un ser querido del asesino, ahora asesinado, intentará matar a quien se vengó, y así el asesinato iría en aumento, subiendo escalarmente y haciendo que la sociedad fuera inviable.

Por otro lado, la existencia de la moral implica la concreción de acciones buenas y acciones malas. De la misma manera que se podría ver el asesinato como algo malo también se vería el compartir y ser caritativo como algo bueno. Compartir alimentos, recursos y proteger a los demás incrementaría la supervivencia del grupo, teniendo más individuos que pudieran hacer frente a amenazas varias, desde ataques de bestias a desastres naturales.

Referencias bibliográficas:

  • Garner, R. T.; Rosen, B. (1967). Moral Philosophy: A Systematic Introduction to Normative Ethics and Meta-ethics, New York: Macmillan.
  • Shafer-Landau, R. (2003). Whatever Happened to Good and Evil?, Oxford University Press.
  • Joyce, R. (2001). The Myth of Morality, Cambridge University Press.
  • Mackie, J. (1977). Ethics: inventing right and wrong. London. ISBN 0140135588. OCLC 24729622.
  • Krellenstein, M. (2017). Moral nihilism and its implications. Journal of Mind & Behavior. 38. 75-90.

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Postgrado de Actualización de Psicopatología Clínica en la UB.

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