¿Deberíamos dejar de Romantizar la idea del Matrimonio?

Una concepción excesivamente dependiente y romántica del matrimonio puede generar malestar.

¿Deberíamos dejar de Romantizar la idea del Matrimonio?

El matrimonio, a lo largo de la historia, ha sido considerado todo un objetivo y expectativa valiosa por muchas personas. Desde los cuentos de hadas que prometen un “felices para siempre” hasta las ceremonias espectaculares que celebran el amor, el matrimonio ha sido idealizado en la cultura y la sociedad en general. Sin embargo, en un mundo en constante evolución, es esencial cuestionar si debemos seguir romantizando esta institución de la misma manera que lo hemos hecho en el pasado.

La romantización del matrimonio ha estado arraigada en nuestra cultura durante siglos. Nos han enseñando desde temprana edad que encontrar a nuestra “media naranja” y casarnos es el camino hacia la felicidad eterna. Los cuentos de hada, las películas románticas y las novelas de amor han contribuido en gran medida a esta imagen idealizada del matrimonio. Pero, ¿es esta visión realista?

En este artículo, exploraremos la idea de si deberíamos dejar de romantizar el matrimonio. Examinaremos cómo esta idealización ha influido en nuestras expectativas y ha generado presión en las relaciones matrimoniales. A medida que la sociedad cambia y evoluciona, es importante considerar si debemos adoptar una perspectiva más realista y saludable del matrimonio.

Contextualizando el matrimonio

El matrimonio, como institución social, ha desempeñado un papel fundamental en la vida de las personas a lo largo de la historia. Para comprender por qué hemos romantizado esta unión, es esencial contextualizar su evolución y significado en diferentes épocas y culturas.

A lo largo de la historia, el matrimonio ha servido como un vínculo legal y social que regula la unión de dos personas en una relación duradera. Las motivaciones detrás del matrimonio han variado ampliamente, desde consideraciones económicas y políticas hasta la búsqueda del amor y la compañía. En algunas culturas, los matrimonios eran arreglados para fortalecer alianzas entre familias o para mantener el orden social, mientras que, en otras, se fomentaba el amor y la elección personal como base de la unión.

La romantización del matrimonio se ha visto influida por la literatura, el cine y la cultura popular a lo largo del tiempo. Los cuentos de hadas, como "Cenicienta" o "La Bella y la Bestia", han perpetuado la idea de que el matrimonio es la culminación de un cuento de amor perfecto. Las películas románticas han reforzado la noción de que el amor verdadero siempre triunfa y que las dificultades en las relaciones son obstáculos temporales que se superan con el tiempo.

Sin embargo, esta idealización del matrimonio no siempre ha reflejado la realidad de las relaciones matrimoniales. A lo largo de la historia, muchas parejas han enfrentado desafíos, desilusiones y rupturas. En la actualidad, las tasas de divorcio en muchas sociedades son un recordatorio de que la vida matrimonial no siempre cumple con las expectativas románticas que se han promovido.

Expectativas románticas del matrimonio

Las expectativas románticas que rodean al matrimonio han sido alimentadas a lo largo de la historia por una serie de influencias culturales y mediáticas. La literatura, el cine, la televisión y la música han desempeñado un papel fundamental en la creación de una imagen idealizada del matrimonio. A menudo, esta imagen presenta un mundo donde el amor conquista todos los obstáculos, donde cada historia de amor termina en un "felices para siempre". Aunque estas representaciones pueden ser inspiradoras y emocionantes, también han contribuido a una concepción irrealista del matrimonio.

Los cuentos de hadas, con sus princesas y príncipes, han sido especialmente influyentes en la formación de las expectativas románticas. Los finales felices, las bodas suntuosas y la noción de que el amor verdadero es la clave de la felicidad eterna han calado profundamente en la cultura popular. Las películas románticas han seguido este patrón, ofreciendo historias de amor que parecen perfectas y sin fisuras, lo que refuerza la idea de que el matrimonio es la culminación de la felicidad.

Estas expectativas románticas pueden generar una presión significativa en las parejas. La realidad es que todas las relaciones enfrentan desafíos, conflictos y momentos difíciles. Sin embargo, cuando se espera que el matrimonio sea un cuento de hadas, esas dificultades pueden parecer inaceptables o insuperables. Esto puede llevar a la desilusión y a una sensación de fracaso cuando la vida real no cumple con las expectativas ficticias.

Además, la romantización del matrimonio a menudo se centra en el inicio de la relación, en el enamoramiento y la boda. Pero, ¿qué sucede después de ese "felices para siempre"? La realidad cotidiana del matrimonio involucra compromiso, comunicación efectiva, resolución de conflictos y el crecimiento personal de ambas partes. Ignorar estos aspectos puede llevar a una falta de preparación para los desafíos que las parejas enfrentarán en su viaje matrimonial.

Los desafíos del amor en pareja

El matrimonio es una unión compleja y en constante evolución que enfrenta una serie de desafíos a lo largo de la vida de una pareja. A pesar de la idealización romántica, la realidad cotidiana puede estar lejos de los cuentos de hadas y las películas románticas. Es importante reconocer y comprender estos desafíos para construir relaciones matrimoniales saludables y duraderas.

Uno de los desafíos más comunes es la comunicación efectiva. A menudo, las parejas enfrentan dificultades para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera abierta y honesta. Los malentendidos y la falta de comunicación pueden dar lugar a conflictos y tensiones en la relación. La romantización del matrimonio a menudo pasa por alto este aspecto esencial de la convivencia, ya que se enfoca en la idea de que el amor verdadero supera todas las barreras.

Otro desafío clave es la gestión de las diferencias y los conflictos. Cada individuo trae consigo sus propias creencias, valores y expectativas, lo que puede dar lugar a desacuerdos. La romantización del matrimonio a menudo ignora la importancia de aprender a resolver conflictos y llegar a compromisos mutuos, lo que es esencial para el crecimiento de la relación.

La rutina diaria y las responsabilidades compartidas también pueden convertirse en desafíos en el matrimonio. A medida que las parejas avanzan en su vida juntas, es fundamental encontrar un equilibrio entre la individualidad y la vida en común. La romantización no suele abordar la necesidad de espacio personal y la gestión de las responsabilidades compartidas.

La presión externa, como las expectativas familiares y sociales, puede añadir un nivel adicional de estrés a las parejas. La presión para cumplir con las expectativas de una relación perfecta, a menudo basadas en la romantización del matrimonio, puede ser abrumadora y perjudicial para la relación.

Alternativas a romantizar el matrimonio

A medida que reflexionamos sobre si deberíamos dejar de romantizar la idea del matrimonio, es importante considerar las alternativas y prácticas que pueden ayudar a las parejas a abordar esta institución de manera más realista y saludable. Aquí hay algunas sugerencias para promover una visión más equilibrada del matrimonio:

1. Educación sobre relaciones

Fomentar una mayor educación sobre las relaciones desde una edad temprana puede ayudar a las personas a comprender mejor las complejidades del matrimonio. Las habilidades de comunicación, resolución de conflictos y gestión de expectativas pueden enseñarse y practicarse.

2. Mentoría marital

Las parejas pueden buscar la guía y el apoyo de parejas más experimentadas en el matrimonio. La mentoría marital puede proporcionar consejos valiosos y un modelo a seguir basado en la realidad en lugar de la romantización.

3. Terapia de pareja

La terapia de pareja puede ser una herramienta eficaz para abordar problemas en una relación matrimonial. Ayuda a las parejas a identificar y resolver conflictos, y a trabajar en la comunicación efectiva.

4. Conversaciones honestas

Las parejas deben tener conversaciones honestas sobre sus expectativas y deseos antes y durante el matrimonio. Esto puede ayudar a alinear sus objetivos y comprender mejor las necesidades mutuas.

5. Flexibilidad en las tradiciones matrimoniales

No todas las parejas desean una boda tradicional. Al permitir que las parejas definan su propio camino en el matrimonio, se reduce la presión de cumplir con ciertas expectativas culturales o familiares.

6. Celebración de los hitos

En lugar de centrarse únicamente en la boda, las parejas pueden celebrar y valorar los hitos a lo largo de su vida juntas. Aniversarios y otros momentos especiales pueden ser oportunidades para reflexionar y renovar su compromiso.

Conclusiones

Al adoptar una perspectiva más realista del matrimonio, reconocemos que no todas las relaciones son cuentos de hadas, pero eso no significa que carezcan de valor y significado. Esta visión equilibrada nos permite abordar los desafíos con resiliencia, mejorar la comunicación y cultivar el amor a lo largo del tiempo. El matrimonio, cuando se ve desde una perspectiva realista, ofrece la oportunidad de crecimiento, aprendizaje y construcción de relaciones sólidas y duraderas. Al cambiar nuestras percepciones y prácticas, podemos promover un matrimonio más saludable y significativo en la sociedad moderna. La clave está en celebrar la autenticidad y abrazar el compromiso, sin renunciar al romance y al amor genuino que pueden florecer en esta unión.

  • Coontz, S. (2021). Historia del matrimonio: cómo el amor conquistó el matrimonio. Barcelona Gedisa.
  • Ferrer Ortiz, J. (2011). Del matrimonio canónico como modelo al matrimonio civil deconstruido: la evolución de la legislación española. Ius et Praxis, 17(2), 391-418.

Psicólogo

Javi Soriano es graduado en Psicología por la Universidad de Valencia y está acabando un Máster en Investigación Psicosocial. Le interesa todo lo que tiene que ver con las personas y la sociedad, pero le encanta leer y escribir sobre temas relacionados con el género, la sexualidad y las minorías. Es una persona muy curiosa a la que le encantan los debates y aprender de los demás.

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