Las claves para comprender el Juego Patológico

La adicción al juego o ludopatía es una enfermedad psicológica caracterizada por la necesidad incontrolable de jugar y apostar, sin importar los problemas y las consecuencias negativas que se puedan derivar.

Se suelen experimentar sentimientos de excitación y euforia cuando se juega, lo que hace que constantemente se persiga el "gran triunfo" que solo viene acompañado del gasto de sumas de dinero.

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¿Cómo se manifiesta la ludopatía?

Estos son los efectos característicos del juego patológico:

• Preocupación constante por el juego.
• Aumento de la frecuencia y duración del juego.
• Necesidad de apostar cada vez más dinero para sentir el mismo nivel de emoción.
• Intentos fallidos de controlar o detener el juego.
• Necesidad de mentir a los demás acerca de la cantidad de tiempo o dinero que se gasta en el juego.
• Acumulación de deudas o préstamos para poder seguir jugando.
• Aparición de problemas interpersonales, como conflictos familiares o laborales debido al juego.

¿Qué tipos de adicción al juego existen?

Existen diferentes variantes de esta adicción comportamental:

• Adicción al juego de azar, como máquinas tragamonedas, ruletas, bingo o póker, entre otros.
• Adicción a las apuestas deportivas, como partidos de fútbol, baloncesto, carreras de caballos, etc. Las personas con este tipo de adicción pueden sentir una necesidad incontrolable de apostar en cualquier evento deportivo, incluso si no les interesa el deporte en sí mismo.
• Adicción a los juegos en línea, como los juegos de rol o videojuegos. Las personas con este tipo de adicción suelen pasar horas jugando y tener dificultades para controlar su tiempo de juego.
• Adicción a los juegos de mesa, como el ajedrez o las damas, lo que se puede traducir en la inversión de numerosas horas tratando de mejorar sus habilidades.

Factores de riesgo

Es importante conocer los factores de riesgo para poder ayudar a las personas a tomar medidas preventivas para reducir su riesgo de desarrollar una adicción al juego, pero hay que tener en cuenta que estos factores de riesgo no garantizan que una persona desarrollará una adicción al juego:

• Factores biológicos, como los desequilibrios químicos en el cerebro, pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción al juego, pero también rasgos de personalidad (impulsividad, por ejemplo) o problemas de salud mental (depresión o ansiedad, por ejemplo), hará que las personas afronten mayores riesgos en su día a día.
• Historia familiar, disponibilidad y accesibilidad, es decir, tener familiares cercanos con antecedentes de adicción al juego así como vivir en áreas con fácil acceso a casinos, casas de apuestas deportivas u otros lugares de juego, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar esta adicción.
• Trauma emocional. Las personas que han experimentado traumas emocionales en su vida, como abuso o negligencia, pueden tener un mayor riesgo de desarrollar una adicción al juego como una forma de escape o de búsqueda de sensaciones placenteras.

Intervención terapéutica

Una vez identificada la adicción al juego, abordaremos la problemática a través de diversas terapias:

• Denunciar a la persona para evitar que pueda acceder a sitios, de manera presencial u online, relacionado con las apuestas.
• Identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos que están contribuyendo a su adicción al juego a través de la terapia cognitivo-conductual.
• Proporcionar apoyo y comprensión a las personas que luchan contra la adicción al juego a través de las terapias de grupo, donde se incluirán debates grupales, actividades de grupo o talleres de arte, entre otros.
• Contar con una red de apoyo que haya podido sanar también sus heridas y pueda ayudar a mejorar la comunicación, resolver conflictos y establecer límites saludables, para lo cual será necesario la terapia familiar.

Recuerda: lo importante no es saber por qué comenzaste a jugar, sino saber qué hacer para dejarlo.