Actualmente, la educación positiva cada vez se va abriendo más espacio y está mucho más presente a la hora de enseñar y acompañar por parte de padres, madres y educadores.
Y es que con la educación positiva se consigue que los más pequeños vayan poco a poco aprendiendo y adquiriendo habilidades de una manera libre, sin miedos, respetando ciertos límites pero sin castigos y todo desde un punto de vista positivo.
Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y él mismo nos irá indicando cuál es el momento más adecuado para hablar de ciertos temas, también los sexuales, sólo se trata de estar atentos a las señales.
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Las claves de la Educación Sexual Positiva
En el terreno sexual este tipo de educación positiva también es altamente recomendable, y aunque podríamos decir que aún queda mucho camino por recorrer, en este artículo vamos a ver ciertos tips que podemos implementar y poner en práctica para este tipo de educación sexual positiva.
1. Estar presentes
El primer punto y que considero imprescindible y fundamental es que el adulto esté disponible, pero disponible de verdad. Parece algo evidente, pero no siempre es así. Tenemos que trasmitir a los adolescentes que pueden confiar en nosotros, que cuando las dudas, los miedos, las inseguridades, las preguntas de tipo sexual lleguen a sus cabecitas y nos necesiten de verdad, tendrán en nosotros las soluciones y las salidas que buscan. Seamos sus modelos y sus guías y que entiendan que pueden acudir a nosotros las veces que sea necesario.
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2. Naturalidad
Conseguir que hablar de sexo en casa sea natural, como si de otro tema habitual se tratase es muy recomendable.
Y es que lo normal y natural es hablar de ello y es fundamental no alarmarse, asustarse o tratar de alargar, postergar o evitar esos temas en el día a día. Naturalidad ante todo.
3. Sinceridad y honestidad
Un punto muy importante es no ocultar nunca información, ni por supuesto, engañar y poder hablar de manera sincera y honesta acerca de las dudas o cuestiones que en relación a los temas sexuales los más jóvenes nos planteen.
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4. Claridad y transparencia
Es verdad que en ocasiones hablar con nuestros hijos y/o alumnos sobre ciertos temas concretos de ámbito sexual puede dar algo de pudor y de vergüenza, pero como adultos responsables que somos, hemos de buscar la forma y la manera de dejar la vergüenza a un lado y aclarar todo lo que los menores nos pregunten para que de esta manera se sientan satisfechos, seguros y con un “extra” de confianza de cara a poder compartir sus miedos y preocupaciones a futuro si las tuvieran.
5. Empatía
La empatía, esa capacidad que el ser humano tiene de poder ponerse en la piel de la persona de al lado, y sentir cómo la otra parte siente, en el tema que aquí nos ocupa, nos va a favorecer mucho. Y es que si hacemos un ejercicio de introspección, cerrando los ojos y nos trasladamos a cuando éramos más jóvenes y nos asaltaban dudas de carácter sexual, no cabe duda de que tener a unos padres y profesores abiertos y dispuestos a hablar sin pudor de estos temas nos hubiera encantado, ¿o me equivoco?
6. Apertura mental y flexibilidad
Es recomendable mostrarse abiertos y ser muy flexibles de cara a resolver dudas que alomejor a nosotros nos pueden parecer chocantes, sorprendentes, y que nos llamen mucho la atención, pero que a los adolescentes y a la población más joven no.
Somos distintas generaciones y el ocio ha cambiado y evolucionado muchísimo. En el momento en el que vivimos, con las redes sociales y las nuevas tecnologías a la orden del día, el acceso a la información es mucho más abierta y accesible. Ahora descubren y conocen mucho más y mucho antes, por lo que es necesario hablar sobre una sexualidad más amplia.
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7. Libertad y no juzgar
Otro punto muy importante es tratar de no juzgar, ni imponer, ni criticar y que en las conversaciones mostremos una mentalidad libre y respetuosa sobre la sexualidad.
8. Fomentar la igualdad
Imprescindible educar sin prejuicios, lejos de estereotipos y de manera igualitaria entre hombres y mujeres.
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