Es muy probable que te hayas enfrentado alguna vez al complicado proceso de buscar trabajo. En muchas ocasiones, lo que pensamos que va a ser rápido y sencillo se acaba convirtiendo en un proceso muy largo, llegando a afectar a nuestra salud mental. Cuando experimentamos rechazos recurrentes de ofertas laborales, nuestra autoestima puede verse debilitada, sintiendo que “no damos la talla” o “no somos suficiente”, lo que puede acabar degenerando en el desarrollo de miedo a los procesos de selección.
Pero no te preocupes; no eres la primera persona que ha pasado por estos pensamientos y tampoco serás la última. Los procesos de selección y la búsqueda de empleo pueden suponer mucha energía por nuestra parte, y en muchas ocasiones, dependen de un conjunto de factores cuyo control se escapa de nosotros/as. En la mayoría de los casos, solo puedes hacer lo que creas que será mejor y estar satisfecho/a con ello.
El trabajo no debería ser algo que nos defina o nos limite en nuestra vida cotidiana. Sí, en el sistema en el que vivimos es impensable no trabajar, pero esto no debería definir toda nuestra identidad como personas. Si te está atascando mucho la búsqueda de empleo o proyectos profesionales y te empieza a dar miedo pensar que nunca encontrarás algo que te guste, este artículo es para ti. Vamos a aprender a cómo evitar que este temor a no tener un trabajo remunerado nos limite y comentar diferentes estrategias para facilitar esto.
Comprendiendo el miedo a no encontrar trabajo
Como siempre que tenemos alguna preocupación que ocupa demasiado tiempo en nuestros pensamientos, el primer paso debería ser comprenderla y elaborar los motivos por los que la tenemos de forma tan recurrente. El miedo a no encontrar trabajo es una preocupación muy común en la sociedad actual debido al valor con el que se ha venido asociando desde hace siglos con la fuerza de trabajo y la productividad. Además, en los últimos años, las incertidumbres económicas y las transformaciones del mercado laboral han generado ansiedad y temor en muchas personas.
Para superar estos miedos y evitar que nos limite en nuestra vida diaria y toma de decisiones, es importante tener en cuenta las causas que lo generan y los efectos que tiene sobre nosotros/as:
1. ¿Por qué surge este problema?
Entre las razones más comunes podemos encontrar el miedo al rechazo, la falta de confianza en las propias habilidades y la creencia de que no hay suficientes oportunidades disponibles. Además, cuando llevas bastante tiempo sin trabajar “de lo tuyo” o de aquello que te interesa realmente, es común que desarrolles pensamientos relacionados con que “no vales para eso”, ya que llevas demasiado tiempo sin hacerlo. Esta inseguridad te puede hacer experimentar que no serás suficiente para ninguna oferta laboral relacionada con ello, pudiendo degenerar a la larga en que dejes de intentarlo.
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2. ¿Qué consecuencias tiene?
Como ya venimos comentando, este miedo prolongado a no encontrar trabajo puede generar el abandono de esta búsqueda, conformándonos con un trabajo que no era el que queríamos en un principio, pero cuyo acceso era más sencillo. Esto no siempre tiene por qué ser malo de por sí; en muchas ocasiones, la búsqueda de empleo te puede hacer conocer nuevos trabajos que no conocías y que no sabías que te apetecería desempeñar. Sí es malo cuando este abandono del proceso te hace sentir inferior y daña tu autoestima, generando estrés y ansiedad y afectando a nuestra calidad de vida en general.
Estrategias para superar el miedo a no encontrar trabajo
Como ya hemos comentado anteriormente, podemos desarrollar estrategias para evitar que este miedo nos paralice y nos limite, además de para cuidar de nuestra salud mental a lo largo de todo este proceso. Estas estrategias pueden ayudarnos a tomar el control de nuestras emociones y acciones, ayudándonos a desarrollar la confianza y motivación necesarias para avanzar hacia nuestros objetivos profesionales.
Ten en cuenta que superar el miedo a no encontrar trabajo no es un proceso lineal e instantáneo. Adaptarse a esta situación requiere paciencia, perseverancia y una mentalidad positiva. Es importante que adoptes las estrategias que vamos a proponer ajustándolas a tus necesidades personales; cada persona funcionad de una forma concreta y diferente. Algunas estrategias son:
1. Fomentar el autoconocimiento
El primer paso para cuidarte en este proceso será que desarrolles tu autoconocimiento de forma suficiente para ser consciente de tus fortalezas, habilidades y logros. Identifica las áreas en las que realmente quieras profundizar y donde puedas encontrar tu pasión o algo en lo que te apetezca trabajar de forma prolongada en el tiempo. Tener muy claro lo que quieras te permitirá destacar en el mercado laboral y te dará confianza para enfrentarte a sus desafíos, además de que te permitirá saber con certeza a qué tipo de procesos de selección te enfrentas, evitando aquellos que intenten engañarte o menospreciarte.
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2. Establecer metas claras y realistas
Para hacer de este proceso algo más fácil de seguir, define metas específicas y alcanzables para tu búsqueda de empleo. De esta forma, puedes establecer un plan de acción concreto y detallado que incluya pasos concretos para lograr estas metas propuestas. Dividir cada meta en tareas pequeñas y manejables y celebrar cada pequeño logro que tengas puede ayudarte a mantener la motivación y medir tu progreso a lo largo del camino y del tiempo.
3. Buscar oportunidades de aprendizaje y desarrollo profesional
Es muy importante que tengas en cuenta tu adhesión académica y hábil a los trabajos a los que quieras aplicar. Si consideras que no tienes los conocimientos suficientes, nunca es tarde para buscar oportunidades nuevas para aprender, haciendo uso de cursos en línea, talleres, conferencias o cualquier recurso educativo que te pueda ayudar a ampliar tus conocimientos y mejorar tus habilidades.
Es muy positivo a la hora de enfrentarte a un proceso de selección que muestras que estás actualizado/a con las últimas tendencias de tu industria, resulta muy atractivo que sepas demostrar tu capacidad para adaptarte a los cambios que se produzcan en un entorno laboral.
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4. Construir una red de contactos sólida
Establecer y nutrir relaciones profesionales es crucial durante la búsqueda de empleo. Por ello, es muy positivo que conectes con personas en tu campo de interés mediante eventos de networking, plataformas en línea y asociaciones profesionales.
Participa activamente en estas conversaciones y muestra interés genuino en las experiencias y conocimientos de los demás. No tengas miedo de pedir consejos o ayuda; todas las personas pasamos o pasaremos por el proceso de encontrar trabajo, y la mayoría de personas estarán dispuestas a ayudar a alguien en quien se puedan ver reflejado/a.
5. Utilizar recursos locales y disponibles
Existen muchos recursos a nivel local o comunitario disponibles para las personas que buscan trabajo, tales como bolsas de trabajo, agencias de reclutamiento, ferias de empleo y grupos de discusión. Puede hacer uso de estas herramientas para buscar oportunidades laborales, investigar sobre empresas y obtener información valiosa sobre la industria. Además, no descarte el poder de tu red personal; comunica a tus personas más cercanas que estás buscando activamente un empleo, ya que pueden tener contactos o recomendaciones que te sean de utilidad.
6. Cuida de tu equilibrio emocional y salud mental
Por último, pero no menos importante, es fundamental mantener un cuidado emocional a lo largo de este proceso, ya que experimentar de forma continuada un rechazo puede tener impacto significativo en nuestra salud mental y nuestra sensación de valía. Mantén rutinas saludables, establece límites para evitar el agotamiento y desgaste y encuentra tiempo también para actividades que te den alegría y relajación. Rodéate de un sistema de apoyo sólido que incluya amigos, familiares o incluso grupos de apoyo en línea. También puede ser útil que practiques técnicas de manejo del estrés, como meditación y respiración profunda, para manejar la ansiedad subyacente a estos procesos.
Confía en ti mismo/a y en que al final saldrá bien
Como hemos visto, no hay un remedio mágico para evitar el miedo a no encontrar trabajo. Este proceso es muy incierto y determinado por una cantidad de factores incontrolable; lo único que podemos hacer está relacionado con nosotros/as mismos/as, la confianza propia que tenemos y desarrollamos y la forma de transmitirla a aquellas persona empleadoras y responsables en un proceso de selección.
¿Por qué el miedo a no encontrar trabajo no debería limitarnos? Principalmente, porque todas las personas somos capaces de abrirnos un hueco en un mundo laboral o lugar que nos interese, y llegar a hacerlo o no depende en gran medida en las estrategias que desarrollemos por nuestra propia cuenta para maximizar la confianza en nosotros/as mismos/as y en el desarrollo de habilidades o conocimientos más especializados para el trabajo al que se aplica.
Al final, encontrar trabajo consiste en saber destacar entre la multitud. Para ello solo necesitamos tiempo y trabajar en nuestra mente, intentando aumentar lo máximo posible nuestra autoestima y confianza para saber presentarnos como la mejor opción a las personas empleadoras. Es muy importante que recuerdes que un trabajo no te define ni te da más valor que otro; no te limites exclusivamente a la motivación que un trabajo puede tener en tu autoestima.
