¿Cómo influyen en las relaciones los Estilos Comunicativos?

Veamos las consecuencias que usar ciertos estilos comunicativos tienen en las relaciones.

¿Cómo influyen en las relaciones los Estilos Comunicativos?

Prácticamente toda persona tiene un cierto nivel de habilidades comunicativas.

Sin embargo, no hay que olvidar que este tipo de aptitudes no tienen por qué ser valoradas tan solo cuantitativamente; también es importante analizar las diferencias cualitativas entre la manera de comunicar de los seres humanos. Porque la realidad es que, en la mayoría de los casos, hay ciertos estilos comunicativos más útiles que otros.

¿Cómo nos afectan los diferentes estilos comunicativos?

La comunicación puede ser definida como el proceso por el cual dos o más entidades compartimos información, sea del tipo que sea. En el caso de los seres humanos, una buena parte de este intercambio de información se basa en el uso del lenguaje, aunque otra parte de este proceso se desarrolla mediante la comunicación no verbal.

A lo largo de nuestro día a día las personas establecemos actos comunicativos en los diversos contextos en los que nos encontramos, tanto a nivel personal, como familiar, laboral o académico y con cualquiera de las personas con las que interactuamos. En muchos sentidos, incluso comunicamos sin pretenderlo; por ejemplo, permanecer en silencio después de que alguien nos haya hecho una pregunta es también comunicar. Por eso es importante recordar que nuestra manera e relacionarnos con los además va mucho más allá del uso de las palabras.

Una buena comunicación es esencial para obtener el éxito en cualquiera de las tareas en las que nos desempeñamos a lo largo de nuestras vidas, y para lograr ser eficaces en el proceso es necesario conocer los distintos estilos comunicativos y cómo estos influyen en las relaciones interpersonales.

En el ámbito profesional, por ejemplo, la utilización de un estilo comunicativo correcto y adaptado a cada contexto será primordial tanto en la comunicación cara a cara como en la interacción entre grupos, así como también hacia superiores o colegas de departamento. Y en la pareja o en las relaciones familiares, establecer una dinámica fluida de comunicación evita que los conflictos se enquisten y produzcan crisis periódicas.

Si deseas conocer más acerca de los estilos comunicativos y de su influencia en las relaciones entre las personas en diversos contextos, sigue leyendo.

1. Pasivo

El estilo de comunicación pasivo se caracteriza por basarse en una actitud conformista en el cual la persona no expresa activamente su opinión ni comparte las propias necesidades, impresiones, deseos o problemáticas que pueda tener.

Un comunicador pasivo suele adaptarse a las circunstancias cediendo siempre a lo que los demás piden de uno, y no suele ser conflictivo en ningún contexto, ni personal ni profesional, ya que casi nunca levanta la voz en los momentos en los que no está de acuerdo con algo.

La comunicación no verbal de los comunicadores pasivos se caracteriza por ser evitativa e inhibida, siendo habituales la evitación del contacto visual, el hecho de bajar la mirada y no poder mantenerla durante mucho tiempo, una postura corporal retraída, cabizbaja y tímida.

Además de eso también son habituales posturas como mantener los brazos cruzados y un semblante distraído como si la persona estuviera ausente o pensando en otra cosa, estableciendo así una barrera simbólica con el interlocutor, que muchas veces es percibido como algo que perturba la propia zona de confort.

2. Pasivo-agresivo

El estilo de comunicación pasivo-agresivo se caracteriza por la incomodidad de las personas a la hora de expresar sus propias ideas, pensamientos o sentimientos. Además de por una reticencia de estas mismas a ser sinceras, honestas o transparentes. Sin embargo, en este caso sí se llega a expresar un cierto malestar o una inconformidad con lo que hace la otra persona.

Esta modalidad comunicativa suele ser problemática, ya que lleva a que se enquisten los conflictos por no hablar abiertamente de ellos con asertividad y de manera directa u honesta. Igualmente, las personas que presentan este tipo de estilo acaban haciendo que su entorno se distancie de ellos por el “mal ambiente” que generan.

El estilo comunicativo pasivo-agresivo también consiste en una disonancia o contradicción entre la comunicación verbal y la no verbal, de manera que una persona puede decir que se encuentra a gusto mientras que su gestualidad y postura es de tensión o incomodidad: brazos pegados al tronco, orientación corporal no enfocada hacia el interlocutor, rigidez de los músculos faciales, etc.

3. Asertivo

El estilo comunicativo asertivo es el más recomendable para poner en práctica en cualquier contexto en el que se produzca una comunicación entre personas o grupos de personas.

Este tipo de comunicación se basa en la asertividad, es decir, en la capacidad de expresar los propios planteamientos, pensamientos, ideas, necesidades o voluntades, respetando siempre el punto de vista del interlocutor o interlocutores.

Además de eso, las personas asertivas son capaces de defender su punto de vista frente a otras personas, siempre de manera educada y sosegada, expresando en todo momento lo que quieren y sabiendo cómo reivindicarlo.

La comunicación verbal asertiva es completa y variada, y consiste en un acompañamiento del discurso con gestos de las manos, miradas comunicativas y un gesto facial relajado, sereno y positivo.

4. Agresivo

El estilo de comunicación agresivo es el menos recomendable y más conflictivo de todos. Es el estilo que ponen en práctica aquellas personas que siempre están seguras de sí mismas y siempre creen que tienen la razón en todo.

La elevada conflictividad de este estilo se debe a que las personas que lo aplican no acostumbran a escuchar otras opiniones adversas, lo cual lleva a desarrollar relaciones frágiles o muy dadas a crisis constantes, ya que solo se tolera un rol de liderazgo y no se admite que los demás participen en la toma de decisiones de manera activa.

Además de eso, cualquier intento de llevarles la contraria suele conllevar un “castigo” por parte de la persona, quienes se consideran a sí mismos como los poseedores de la verdad.

El lenguaje no verbal en este estilo de comunicación suele ser poco amigable, con contactos visuales intensos y sostenidos.

Blanca Ruiz Múzquiz

Blanca Ruiz Múzquiz

Psicoterapeuta de Familia y Pareja

Profesional verificado
Madrid
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  • Mortensen, C.D. (2008). Communication theory. Nueva York: Routledge.
  • Trenholm, S.; Jensen, A. (2013). Interpersonal Communication. Nueva York: Oxford University Press.

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