Neuronas motoras: definición, tipos y patologías

Estas células son las responsables de que podamos movernos y de mantener las constantes vitales.

Neuronas motoras
Estas células nerviosas mandan señales desde el sistema nervioso central hacia otras partes del cuerpo.Wikimedia Commons.

Nuestro cerebro controla y permite nuestros movimientos. Aunque esta pueda parecer una descripción muy reduccionista no por ello deja de ser real. Nuestro sistema nervioso, dentro del cual se encuentra el cerebro, es el encargado de enviar las señales a toda los músculos de nuestro cuerpo para que estos se muevan.

Para ser más exactos, estas señales son enviadas mediante las neuronas motoras o motoneuronas. Gracias a las cuales podemos desde andar, hasta respirar, estornudar o conseguir que nuestro corazón lata.

¿Qué son las neuronas motoras?

Las neuronas motoras, también conocidas como motoneuronas, son un conjunto de neuronas del sistema nervioso central cuya principal misión es la de enviar una serie de impulsos nerviosos hasta los músculos o glándulas. Estas neuronas se encuentran en el cerebro de todas las especies vertebradas. En la especie humana, si sitúan especialmente en la médula espinal y en el área 4 de Brodman.

Las neuronas motoras son consideradas neuronas eferentes, puesto que son las encargadas de enviar la información desde estas regiones al resto de músculos del cuerpo; a diferencia de las neuronas aferentes o sensoriales que realizan el recorrido contrario, enviando información desde los músculos al resto de sistema nervioso.

Esta transmisión de impulsos nerviosos tiene como finalidad ejercer un control sobre la musculatura esquelética y la musculatura lisa que constituye los órganos y las glándulas. Es decir, gracias a las neuronas motoras somos capaces de realizar cualquier tipo de movimiento, así como nuestros órganos son capaces de funcionar correctamente.

No obstante, para poder llevar a cabo estas funciones, las neuronas motoras necesitan la información que les envían las neuronas sensoriales o eferentes. Puesto que para poder realizar los movimientos musculares adecuados a la situación, nuestro cerebro debe recibir información del exterior. De ahí la necesidad de que ambos tipos de neuronas trabajen en consonancia.

De esta manera, nuestro sistema nervioso integra la información proveniente de ambos tipos de neuronas y nos permiten movernos y reaccionar según las demandas y circunstancias de nuestro contexto exterior.

A pesar de que tradicionalmente se ha considerado a las neuronas motoras canales pasivos de transmisión de información, algunos resultados obtenidos en estudios recientes apuntan hacia la idea de que estas células nerviosas poseen dinámicas de funcionamiento mucho más complejas, siendo capaces de producir comportamientos o patrones motores por ellas mismas.

Motoneuronas y unidades motoras

Puesto de cada neurona tienen como objetivo activar una fibra muscular concreta para poder llevar a cabo un determinado movimiento, a cada una de estas uniones se les denomina unidades motoras. Estas unidades funcionales pueden dividirse en varios tipos:

1. Unidades motoras lentas (S o slow)

En este tipo de unidades motoras, las neuronas estimulan una pequeñas fibras musculares, acuñadas también con el nombre fibras rojas, las cuales realizan movimientos de contracción muy lentos.

Este tipo de fibras toleran muy bien el cansancio y la fatiga por lo que son especialmente aptas para mantener una contracción o postura muscular sin fatigarse. Por ejemplo, nos ayudan a mantenernos de pie sin cansarnos.

2. Unidades motoras de fatiga rápida (FF o fast fatiguing)

En este segundo caso las fibras implicadas son las fibras blancas, las cuales se encargan de inervar grupos musculares más grandes. En comparación con las unidades motoras lentas, las unidades motoras de fatiga rápida tienen tiempos de reacción muy cortos pero agotan sus energías más rapidamente y, por lo tanto, se cansan mucho antes.

Estas unidades motoras son sumamente eficaces para la realización de movimientos que precisan de ráfagas rápidas de energía, tales como saltar o correr.

3. Unidades motoras rápidas resistentes a la fatiga

Finalmente, este último tipo de unidades motoras se encuentran a medio camino entre los dos grupos anteriores. Aunque ejerzan su función sobre músculos de tamaño mediano, su tiempo de reacción es más lento que en las unidades FF y tienen la capacidad de tolerar el cansancio durante más tiempo.

Tipos de neuronas motoras

Como se menciona anteriormente, cada neurona posee un papel fundamental en la activación de una fibra o tejido concreto; por lo que se puede realizar una clasificación de distintos tipos de neuronas según el tejido sobre el que ejerzan su influencia.

1. Neuronas motoras somáticas

Este tipo de neuronas motoras actúan sobre la musculatura esquelética, por lo que poseen un papel trascendental en las habilidades locomotoras.

Estos músculos esqueléticos están formados por fibras estriadas, las cuales componen la mayor parte de la masa corporal y se distinguen del resto por ser músculos que podemos mover a nuestra voluntad.

Además, dentro de este grupo de neuronas motoras somáticas podemos encontrar dos subgrupos más. El primero de estos subgrupos sirve para clasificar las neuronas según la posición de estas, mientras que el segundo las divide según las fibras a las que se conectan.

Clasificación según la posición

  • Neurona motora superior: Estas neuronas se encuentran ubicadas a lo largo de toda la corteza cerebral y sus terminaciones nerviosas se disponen de manera que forman una vía piramidal conectada a la médula espinal.
  • Neurona motora inferior: en este caso las neuronas están dispuestas formando circuitos, situados en el asta anterior de la médula espinal, que intervienen en los movimientos reflejos y los movimientos involuntarios.
Clasificación según las fibras
  • Neuronas motoras alfa: son las neuronas motoras de mayor tamaño y su principal función es la de activas las fibras extrafusales. Es decir, todas aquellas fibras que conforman la musculatura esquelética. Gracias a ellas podemos generar la fuerza necesaria para contraer y mover nuestros músculos.
  • Neuronas motoras beta: estas neuronas se conectan tanto a fibras de la musculatura esquelética como a fibras que se encuentran fuera del dentro del huso muscular (intrafusales) y se encargan de recibir la información sensorial.
  • Neuronas motoras gamma: finalmente, las neuronas motoras gamma solamente son responsables de inervar las fibras intrafusales; regulando la sensibilidad a la contracción y ayudando a mantener el tono muscular.

2. Neuronas motoras viscerales

Las neuronas motoras viscerales son las encargadas de inervar todas aquellas fibras musculares que no podemos mover voluntariamente; es decir, la musculatura lisa. Esta musculatura controla, por ejemplo, los movimientos de nuestro corazón, de las vísceras e intestinos, etc.

Para poder llevar a cabo su función, las neuronas motoras viscerales también realizan sinapsis con las neuronas de los ganglios del sistema nervioso autónomo, mandando las señales hasta el órgano pertinente e inervando la musculatura visceral.

3. Neuronas motoras viscerales especiales

Este último grupo de neuronas tiene como única misión la de activar la musculatura presente en cara y cuello, conocida como musculatura branquial.

Patologías asociadas

Existen una serie de enfermedades o patologías de origen neurológico que se distinguen por presentar una degeneración gradual de las neuronas motoras, presentando una sintomatología diferente según si las neuronas afectadas son superiores o inferiores.

Aquellas enfermedades en las que se experimenta una degeneración de las neuronas motoras superiores se caracterizan por un debilitamiento muscular a nivel general. Cuando las motoneuronas afectadas son las inferiores, la persona puede padecer tensión muscular, rigidez e una hiperactividad de los reflejos que provoca contracciones musculares involuntarias.

Algunas de las enfermedades relacionadas con la degeneración de las neuronas motoras son:

  • Parálisis bulbar progresiva.
  • Parálisis pseudobulbar.
  • Esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Esclerosis lateral primaria.
  • Atrofia muscular progresiva.
  • Atrofia muscular espinal.
  • Síndrome postpolio.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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