¿Nos alejamos del Sufrimiento, o en ese intento nos acercamos a él?

Una reflexión sobre los intentos de evitar totalmente el sufrimiento.

¿Nos alejamos del Sufrimiento, o en ese intento nos acercamos a él?

¿Te has puesto a pensar qué en ocasiones queremos dejar de sentirnos de cierta manera y cuanto más luchamos con eso o más lo pensamos, más nos seguimos sintiendo igual o peor?

Esto no sucede porque sí, y no tiene nada que ver con la falta de voluntad o con la predisposición, está más bien relacionado con los tipos de conductas que tenemos, con las cosas y actividades que hacemos e incluso con lo que no hacemos.

La tendencia a evitar el sufrimiento

El querer evitar el sufrimiento o el malestar haciendo o dejando de hacer ciertas cosas se conoce como evitación experiencial y surge de la creencia –si evito ese algo que me incomoda me voy a sentir bien- y si en efecto hasta cierto punto nos vamos a sentir de mejor manera porque no nos expusimos, pero inconscientemente no nos damos cuenta de que al evitar ese malestar también evitamos experiencias de crecimiento y estamos atados a no acercamos a eso que tanto nos incomoda que a largo plazo puede alejarme de mis metas y objetivos.

Tenemos dos formas de evitar este sufrimiento, y las dos nos llevan al mismo resultado, te invito a que las conozcas y las reconozcas de ser el caso, puesto que el ser consciente de esto puede ser un gran paso para empezar a construir nuestro bienestar.

Evitación Activa

Este tipo de evitación consiste en escapar de una situación para evitar el peligro y prevenir el malestar o las sensaciones incómodas, creyendo que disminuimos el sufrimiento. Por ejemplo: si nuestro mayor miedo es el fracaso, entonces empezaremos a preguntar constantemente a los demás si estamos haciendo las cosas bien, sin darnos cuenta de que si en algún momento alguien llega a opinar diferente a nosotros puede generar una crisis o a su vez la mayor parte de ocasiones por no decir todas voy a necesitar estar acompañado de alguien para tomar mis propias decisiones.

Evitación pasiva

La segunda forma es la evitación pasiva, la cual es un conjunto de conductas que nos alejan del estímulo desagradable y así no exponemos nuestro miedo o inseguridad. Es decir, si tenemos miedo a que nos roben, intento todo el tiempo no salir de casa para no enfrentar el peligro, es decir, no exponerme.

¿Cómo podemos afrontar esta evitación experiencial?

La aceptación es el primer paso, y considero que es el fundamental, puesto que de esta manera rompemos por primera vez el ciclo que, sin querer, lo hemos prolongado más de lo que nos hubiera gustado. Este término está relacionado con el admitir, es decir, con el ser compasivo – conmigo mismo y con los demás- el hecho de tener en mente de que puedo ganar y perder, sufrir o disfrutar, al igual que entender de que no todo está relacionado con los extremos, que también hay puntos medios y diferentes puntos de vista de una misma situación; ten en cuenta todo esto, sobre todo el identificar que las cosas pasan y que el atravesar por un evento negativo o positivo no es la totalidad de quién eres.

Por ejemplo: al reprobar una materia puede haber un sinfín de pensamientos que me llevan al mismo punto de no haber pasado dicha materia, la aceptación nos permite entender que aunque haya perdido la materia, no me es funcional quedarme estancado, sino más bien ser amable conmigo mismo y continuar, identificar cuáles fueron mis errores o defectos e identificar cómo puedo mejorar para solventar este problema, a diferencia de que si no lo aceptamos podemos postergar el volver a tomar esa materia, lo cual por el momento nos será funcional porque no tendremos que enfrentarnos al miedo de no volver a pasar, pero al finalizar la carrera, si no la tomamos no vamos a poder conseguir el objetivo de graduarnos.

El segundo punto está relacionado con el estar en el momento presente, en otras palabras, conectarnos con el aquí y el ahora, el tener presente de que tengo un acontecimiento que necesita de mi atención o solución. Esta parte nos permite entender que el presente es el único lugar donde puedo actuar y comenzar a hacer una diferencia, y que al anclarse a mis acontecimientos pasados o a lo que puede suceder hace más probable que repitamos conductas ineficaces y nos enjuiciamos por lo que “debimos o tendremos que hacer”, de igual manera al estar presentes en nuestra realidad (que no siempre es fácil) dejamos de evadir lo que está ocurriendo porque empezamos a ser más conscientes de las acciones que necesitamos tomar para sobrellevar lo que está ocurriendo. Frases que nos pueden ayudar a situarnos en nuestros presentes pueden ser –Yo aquí, yo ahora.

El tercer y último punto es el compromiso, teniendo en cuenta a este como el comprender la importancia que tiene uno mismo en su proceso personal. Esta es una de las partes más difíciles porque está relacionada con el permitirnos experimentar el dolor y el sufrimiento, el tener conductas que nos hagan afrontar las situaciones o el darnos cuenta de que nuestro sufrimiento no va a ser eterno si empezamos a hacer cosas diferentes. Es así que, el poner de parte para hacer lo que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos por más difícil que pueda ser, no viene totalmente de profesionales, o técnicas, también es fundamental que tan comprometidos estamos nosotros con nuestro bienestar.

Para comprender mejor expongamos la siguiente situación: si se me hace difícil comprender inglés, la única forma que lo haga es haciendo ejercicios, practicando lecciones, exponiéndose a eso que tanto conflicto me causa, aunque no me guste y me sienta incómodo, si mi objetivo es aprender ese idioma, por más recursos que me brindan, si yo no destinó un tiempo para realizar esa actividad, no voy a lograr aprender inglés. Lo mismo ocurre con nuestros pensamientos y emociones, estos no van a cambiar si no me comprometo a hacer algo para que cambien y se transformen.

Ana Rodríguez Psico Entrena

Ana Rodríguez Psico Entrena

Magister Psicología Clinica

Profesional verificado
Quito
Terapia online

Es por esto que la evitación experiencial no es una solución funcional porque tarde o temprano se volverá a presentar en nuestra cotidianidad, es por ello que el empezar a realizar acciones diferentes, por más difíciles que parezcan, nos dará la oportunidad de enfrentar nuestros mayores miedos y llegar a ver de manera más tranquila los acontecimientos que nos están sucediendo, porque los aceptamos, nos conectamos con lo que está pasando y empezamos a afrontarlas o dejamos de evitarlas.

Centro de Psicología

Quito
Terapia online

Psico Entrena es la consulta de asistencia de Ana Rodríguez, Magister en Psicología Clínica con consulta en Quito.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese