5 diferencias entre Comportamientos Obsesivo-Compulsivos y Manías

Estas son las claves para distinguir entre manía y conductas obsesivo-compulsivas.

5 diferencias entre Comportamientos Obsesivo-Compulsivos y Manías

En los últimos años, hemos vivido cómo hablar de salud mental y de psicopatología se ha introducido en nuestras conversaciones diarias y cotidianas, fomentando ambientes de apoyo y comprensión hacia las personas que experimentan trastornos de este tipo. La comprensión de los trastornos mentales es esencial para promover la empatía y el apoyo hacia las personas que los padecen, además de para deconstruir estigmas o falsas creencias asociadas a los mismos. En este artículo, vamos a centrarnos en comprender dos características sintomatológicas clave en numerosos trastornos psicológicos: los comportamientos obsesivo-compulsivo y las manías.

Estos suelen confundirse y tratarse como si fuesen lo mismo. Sin embargo, entrañan todo un conjunto de diferencias, y a lo largo de este artículo, definiremos cinco de ellas.

¿Qué son los comportamientos obsesivo-compulsivos?

Los comportamientos obsesivo-compulsivos constituyen un trastorno mental caracterizado por la presencia de pensamientos intrusivos, no deseados y recurrentes, conocidos como obsesiones, que generan ansiedad significativa. Estas obsesiones suelen conducir a comportamientos repetitivos, llamados compulsiones, que el individuo realiza en un intento de aliviar la angustia asociada. Por ejemplo, alguien obsesionado con la contaminación puede desarrollar compulsiones de lavado excesivo de manos.

Los comportamientos obsesivo-compulsivos pueden abarcar una variedad de temas, desde la organización meticulosa hasta miedos irracionales. La persistencia de estos pensamientos y la necesidad de realizar compulsiones interfieren con la vida diaria, afectando las relaciones interpersonales y la funcionalidad general del individuo. Es crucial distinguir entre las obsesiones y las compulsiones para comprender plenamente la naturaleza compleja de este trastorno.

¿Qué son las manías?

Contrastando con los comportamientos obsesivo-compulsivos, las manías representan episodios distintivos de estados de ánimo extremadamente elevados, expansivos o irritables. Forman parte del trastorno bipolar, donde los individuos experimentan oscilaciones entre manías y depresiones. Durante las manías, las personas suelen mostrar una energía excesiva, un pensamiento acelerado y una autoestima inflada.

A diferencia de las obsesiones, que se centran en pensamientos intrusivos no deseados, las manías afectan predominantemente el estado de ánimo y la percepción del individuo sobre sí mismo y el mundo. Estos episodios maníacos pueden resultar en comportamientos impulsivos, riesgosos o actividades desmesuradas. Aunque las manías pueden proporcionar una sensación de euforia inicial, suelen ir acompañadas de consecuencias negativas para la vida cotidiana y las relaciones interpersonales. Comprender estas diferencias es esencial para una evaluación precisa y un manejo efectivo de ambos trastornos.

5 diferencias entre ellos

A continuación, vamos a pasar a comentar de forma diferenciada cinco diferencias fundamentales entre los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías.

1. Naturaleza de los pensamientos y comportamientos

En los comportamientos obsesivo-compulsivos, la naturaleza intrusiva de los pensamientos obsesivos conduce a la realización de acciones compulsivas. Las obsesiones suelen ser temáticas variadas, desde preocupaciones por la seguridad hasta la perfección. Por otro lado, en las manías, la naturaleza de los pensamientos se centra en un aumento anormal del estado de ánimo. Los individuos pueden experimentar una exaltación de la autoestima y una sensación de invulnerabilidad. En resumen, mientras que los comportamientos obsesivo-compulsivos están arraigados en pensamientos no deseados, las manías se caracterizan por un estado de ánimo excesivamente elevado y grandioso.

2. Frecuencia y duración

La frecuencia y duración distinguen claramente entre los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías. En los comportamientos obsesivo-compulsivos, las obsesiones y compulsiones pueden manifestarse de manera persistente, ocupando una parte sustancial del día del individuo. Este patrón constante puede extenderse durante semanas o incluso años. Por otro lado, las manías tienden a ser episodios más definidos en el tiempo, con una duración que varía desde días hasta semanas. Estos episodios maníacos son seguidos por períodos de normalidad o, en el caso del trastorno bipolar, por episodios depresivos.

3. Enfoque en el pensamiento vs. estado de ánimo

La diferencia fundamental entre los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías radica en el enfoque de la alteración psicológica. Mientras que los comportamientos obsesivo-compulsivos se centran en pensamientos intrusivos y comportamientos repetitivos, las manías impactan principalmente el estado de ánimo. En los comportamientos obsesivo-compulsivos, las obsesiones generan ansiedad, llevando a las compulsiones como una respuesta para mitigarla. En contraste, durante las manías, los individuos experimentan un aumento exagerado en el estado de ánimo, caracterizado por una euforia o irritabilidad intensa. Esta distinción entre pensamiento y estado de ánimo es esencial para entender y abordar adecuadamente estos trastornos mentales.

4. Causas y factores desencadenantes

Las causas y factores desencadenantes divergentes ofrecen una perspectiva única sobre los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías. En los comportamientos obsesivo-compulsivos, las raíces pueden vincularse a factores genéticos, neurobiológicos o ambientales, desencadenados comúnmente por la ansiedad. Por otro lado, las manías, presentes en el trastorno bipolar, pueden ser impulsadas por cambios en el sueño, eventos estresantes o la falta de adherencia al tratamiento.

La complejidad de las causas sugiere que los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías requieren evaluaciones distintas para abordar sus fundamentos subyacentes y proporcionar una atención integral.

5. Impacto en la vida cotidiana

El impacto en la vida cotidiana diferencia claramente entre comportamientos obsesivo-compulsivos y manías. Los comportamientos obsesivo-compulsivos pueden consumir significativamente el tiempo y la energía del individuo, afectando relaciones y funcionalidad diaria. Por otro lado, las manías, al generar comportamientos impulsivos y arriesgados, pueden tener consecuencias notables en áreas sociales, laborales y personales durante los episodios maníacos. Ambos trastornos, aunque distintos, pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida.

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En conclusión, comprender las diferencias entre los comportamientos obsesivo-compulsivos y las manías es crucial para un diagnóstico y tratamiento efectivos. Mientras que los comportamientos obsesivo-compulsivos se centran en pensamientos intrusivos y compulsiones, las manías afectan el estado de ánimo y conducen a comportamientos impulsivos. Reconocer estas disparidades es esencial para abordar adecuadamente estos trastornos mentales, fomentando la empatía y el apoyo hacia aquellos que los experimentan.

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