La Sexualidad en el Envejecimiento: las personas mayores también tienen relaciones sexuales

Los miembros de la tercera edad conservan su libido, pero tienen dificultades para expresarla.

Mujer mayor.
En la tercera edad la líbido sigue ahí.Unsplash

Recientemente han hablado de la Sexualidad en personas mayores en su última investigación Feliciano Villar, Carme Triadó, Montse Celdrán y Josep Fabà; Psicogerontólogos con gran recorrido formativo y experiencia. Hacen referencia a la perspectiva de la persona mayor institucionalizada, pero también a la perspectiva del profesional.

Claro está, por un lado, que muchos medicamentos que tratan las enfermedades neurodegenerativas en la tercera y cuarta edad provocan como efecto secundario comportamientos relacionados con hiperxesualidad y/o trastornos de la conducta sexual que tan complicados son de tratar o redirigir para un profesional de la atención sociosanitaria. De hecho suele ser habitual la conducta desinhibida de la persona mayor en relación al Auxiliar.

Es por esto que este artículo trata la sexualidad en el envejecimiento, así como las conclusiones más importantes que dichos autores han acordado tras su investigación; porque es muy importante conocer bien la Sexualidad en el Envejecimiento para tratar a las personas mayores desde la Atención Centrada en la Persona y ofrecer la mayor calidad de vida posible.

La sexualidad en el envejecimiento

Es una realidad que casi todas las personas, desde el nacimiento hasta el fallecimiento tenemos sexualidad, así como la necesidad de tener relaciones sexuales con otros y en solitario. Por consiguiente es una realidad también que hoy en día en centros residenciales existe una falta muy relevante de intimidad así como de seguimiento individualizado a las personas mayores por falta de recursos, profesionales y sobretodo formación y comunicación.

De hecho como bien dicen Villar, F., Triadó, C., Celdrán, M., Fabà, J. (2017), después de haber entrevistado personas mayores residentes y profesionales, algunos de ellos comentan que hay profesionales que tienden a tener reacciones negativas y muy peyorativas frente a personas mayores expresando sus necesidades afectivosexuales tanto en público como en privado; en general no reaccionamos con naturalidad ni personas mayores ni profesionales, precisamente porque existe una clara estigmatización en la tercera y cuarta edad, además de edadismos (discriminación por edad).

¿Cuáles son las necesidades sexuales en el envejecimiento?

Según las personas mayores participantes en la investigación y según los profesionales, en este caso 83 de un total de 100, explican que las necesidades sexuales se mantienen durante el proceso de envejecimiento, aunque no totalmente. Sin embargo, algunos particularmente consideran que “se mantiene el interés pero decae la práctica”, y disminuye la intensidad de las necesidades sexuales pero no desaparecen.

En todo caso, las necesidades sexuales en el Envejecimiento, como en la Etapa Adulta, dependerán sobre todo de la Historia de Vida, así como de la vulnerabilidad ante determinadas enfermedades neurodegenerativas y/o neuropsiquiátricas, puesto que el deseo sexual está estrachamente relacionado con dichas enfermedades que además son tan frecuentes. Este conjunto, pues, debe ser revisado por un profesional sociosanitario, en este caso el Psicogerontólogo bien en Centros Residenciales o bien en Startups de Atención a Domicilio; con la finalidad de preservar de la mejor manera posible la intimidad de la persona y facilitar la expresión sexual puesto que existen, según los autores, dos barreras en las que se requiere trabajar:

Barreras Internas

Los pudores y los sentimientos de vergüenza ante la sexualidad en la vejez son los mayores edadismos que existen, la mayor estimatización, la mayor barrera interna. Hablamos de reglas morales y factores generacionales como la educación represora.

Barreras Externas

El contexto en los Centros Residenciales como el contexto en el Domicilio así como la infraesctructura del espacio en el que se encuentra la persona mayor es la principal barrera externa. En Centros Residenciales, por falta de recursos, suelen convivir en espacios compartidos con una clara falta de intimidad y en el Domicilio suele ser frecuente la infantilización y sobreprotección. En este caso, en los Centros las habitaciones individuales serían un Facilitador y en el Domicilio lo sería una adecuada evaluación clínica de la persona mayor como de su contexto.

Barreras y facilitadores para la expresión de la libido

¿Qué podemos hacer los profesionales ante esto? Según Villar, F., et al. “Cuando se pregunta por los comportamientos sexuales más frecuentes entre los residentes, la mayoría de los que responden (muchos residentes no lo hacen, ya que consideran que esta dimensión está ausente en las instituciones), la masturbación es el más mencionado. Prácticamente todos los profesionales mencionan este tipo de comportamiento, del que en muchos casos han sido testigos involuntarios”. Así pues, ¿cuáles son los objetivos y estrategias a seguir?

1. En relación a las personas mayores

Conocer de primera mano su Historia de Vida así como evaluar y tratar sus enfermedades neurodegenerativas y estudiar los posibles efectos secundarios de su tratamiento psicofarmacológico.

2. En relación al contexto

Debido a la falta de recursos es complicado contar con habitaciones individuales en los Centros Residenciales por lo que en definitiva la mejor opción es velar por retardar y/o evitar el ingreso en dichos centros mediante la ayuda de las nuevas startups de atención a domicilio.

3. En relación a toda la plantilla de profesionales

Propiciar la continua comunicación entre Auxiliares de Enfermería y Psicogerontólogos con tal de ofrecer de la mejor manera posible una atención centrada en la persona. Asesorar, además, es una de las principales funciones características de los profesionales sociosanitarios de la tercera y cuarta edad.

Sexualidad y Demencia: 3 puntos a tener en cuenta

Cuando las demencias y la sexualidad se solapan, hay que tener en cuenta los siguientes puntos.

1. Discernir el consentimiento

Los/las Auxiliares de Enfermería con más de un paciente a cargo normalmente suelen encontrarse ante situaciones en las que no saben cómo manejar la situación. Claro está que una relación sexual entre dos personas que tienen demencia o en una pareja en que uno de los dos padece una enfermedad neurodegenerativa crea mucha incertidumbre, por lo que es complicado saber cómo discernir el consentimiento de la persona mayor. Es por esto que es importante la Prevención y el Seguimiento llevado a cabo entre Psicogerontólogos y Auxiliares de manera horizontal para, a través de la ACP, encontrar una solución.

2. Asesorar y recabar información

En ocasiones, las reacciones de los profesionales así como Auxiliares de Enfermería, Trabajadores Sociales, Enfermeros, Psicogerontólogos, etc., y/o familiares no son acertadas por lo que puede suceder la Infantilización. Es por esto que es fundamental permanecer informado y provomer la comunicación entre profesionales con tal de asesorar y recabar información de las diferentes partes involucradas.

3. Desdramatizar

Desdramatizar y evitar la conducta deshinibida de la persona mayor, si se da el caso, son la clave en que los profesionales trabajan para favorecer el bienestar de las personas mayores; siempre, pero, desde el enfoque de la ACP y desde la evaluación y tratamiento dentro de un contexto clínico.

Comportamiento desinhibido de la persona mayor en relación al Auxiliar de Enfermería

Psicofármacos como antidepresivos y benzodiacepinas, que suelen prescrivirse en la etapa de envejecimiento para tratar generalmente enfermedades neurdegenerativas o sintomatología distímica o sintomatología propia de la ansiedad pueden alterar la libido sexual, el deseo sexual o desencadenar trastornos de conducta sexual si no se realiza un seguimiento adecuado en la persona adulta mayor.

El comportamiento desinhibido hace referencia a conductas socialmente impertinentes como puedan ser el exhibicionismo, el lenguaje impúdico e intenciones sexuales al otro sin consentimiento – decidido de manera unilateral –. Puede ser debido entonces a sintomatología neuropsiquiátrica y/o coexistiendo con sintomatología neurodegenerativa.

Por lo general, dichos comportamientos suelen suceder de cara al Auxiliar de Enfermería que es el profesional que está físicamente y en el día a día con la persona mayor residente en un centro o en el SAD, el servicio a domicilio. En ambos casos, es importante conocer bien a la persona beneficiaria del servicio con el objetivo de ofrecer el mayor bienestar posible.

Conclusión: Psicogerontólogos y Auxiliares trabajando a la par

En definitiva, la solución ante la estigmatización de la sexualidad en personas mayores y de la falta de intimidad recae sobretodo en la labor de los profesionales, sean los auxiliares, psicogerontólogos/as, enfermeros/as y auxiliares que son los que estan en contacto directo con las personas mayores. Es por esto que es importante prevenir (conociendo las enfermedades neurodegenerativas), saber cómo discernir el consentimiento, asesorar y recabar información y, sobre todo, desdramatizar las situaciones en que se den comportamientos de afecto, así como encontrar soluciones ante los comportamientos inapropiados, siempre desde el enfoque de Atención Centrada en la Persona y desde la evaluación dentro del contexto clínico.

Refrencias bibliográficas:

  • Villar, F., Triadó, C., Celdrán, M., Fabà, J. (2017) Sexualidad y Personas Mayores Institucionalizadas: la perspectiva del residente y la perspectiva del profesional. Madrid: Fundación Pilares.

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