Wu Wei: la filosofía de la no acción

Esta filosofía de la cultura china reivindica lo bueno de vivir con naturalidad y sencillez.

Wu wei
Esta idea tiene sus orígenes en el taoísmo.Unsplash.

El frenético ritmo de vida actual, unido a las situaciones de crisis que nos rodean y a la necesidad de rapidez e inmediatismo que nos transmite nuestra conciencia propia de la cultura occidental, hace que deambulemos por la vida sobrepreocupados. Esto supone un desgaste psicológico inmenso y puede acarrear numerosas alteraciones del estado de ánimo.

Sin embargo, ¿seríamos capaces de adoptar una postura o un estado mental contrario? Esto es lo que propone el Wu Wei, una filosofía oriental que, mediante la “no acción” o el fluir natural, nos anima a entender los problemas de otra manera. Desde una perspectiva mucho tranquila y pausada.

¿En qué consiste el Wu Wei?

De origen taoísta, el Wu Wei es un potente concepto filosófico que se puede traducir literalmente como “no-hacer” o “sin esfuerzo”. A raíz de esta traducción podremos comprender mejor en qué consiste esta corriente de pensamiento.

Según la filosofía Wu Wei, la mejor manera de enfrentarse a una situación o circunstancia vital específica es no actuar. No obstante, este concepto ha sido ampliamente malinterpretado en la cultura occidental, puesto que el Wu Wei no defiende la pasividad, sino en la idea de no forzar la situación.

Para la filosofía del Wu Wei no actuar no implica no hacer nada, sino hacer las cosas sin sobreesfuerzos y mediante el crecimiento personal. Dicho de otra manera, esta dinámica de pensamiento oriental defiende el hacer las cosas de una manera sencilla y natural, sin buscar el apremio o forzar las situaciones.

En defensa de la no intervención

Como decíamos, esta filosofía dista mucho de la indiferencia o despreocupación. Según el Wu Wei, la inacción es algo que sucede de manera natural. Un ejemplo muy recurrente es aquel que se ilustra mediante el crecimiento de una planta. Esta crece mediante la inacción, no fuerza su crecimiento; sin embargo, dicha planta se continúa desarrollando perfectamente hasta, incluso, poder llegar a convertirse en un fuerte árbol. Por el contrario, si nos fijamos en aquellas ocasiones en las que intentamos no pensar o no hacer, observaremos que esto requiere de un gran esfuerzo por nuestra parte. Es muy complicado querer no hacer nada, por lo tanto, se gastan más energías que nos dejamos llevar o fluir.

Este es el motivo por el que un gran número de personas que se inician en la meditación acaban por desistir. El concepto occidental que tradicionalmente se ha tenido de la meditación es el de imponerse no pensar e intentar dejar la mente en blanco, pero esto es imposible. Sin embargo, si tan sólo se dejaran llevar por la inactividad o la “no acción” se concentrarían y relajarian más rápidamente.

Esta idea de dejarse llevar mediante la “no acción” es lo que plantea la filosofía Wu Wei. No consiste en permanecer inertes o indiferentes, sino en que en los momentos en los que debamos hacer algo para enfrentarnos a un conflicto, problema o decisión, lo hagamos mientras fluimos. El Wu Wei consiste en un estado mental en el somos capaces de discernir entre aquello que realmente requiere un esfuerzo y aquello por lo que dicho esfuerzo solo será una pérdida de nuestro tiempo y energía.

Por regla general, en nuestro día a día nos vemos influidos por nuestro estado de ánimo y nuestra disposición o condición mental, tomando todo tipo de decisiones en base a estos condicionantes y no racionalmente, teniendo en cuenta solamente los hechos.

Todas esas inquietudes, tribulaciones, prejuicios y preocupaciones son el antónimo directo de la concepción que el Wu Wei tiene del término fluir. Por ejemplo, cuando pensamos en una situación que tendremos que afrontar a medio o largo plazo, nos dejamos influenciar por ideas intrusivas acerca de qué podría suceder o no, imaginando todos los escenarios posibles y malgastando una inmensa cantidad de energía. Todo esto es lo contrario al Wu Wei.

Inacción vs. pasividad

Como hemos especificado en el punto anterior, el Wu Wei no defiende la pasividad, si no todo lo contrario, el saber hacer la cosas de manera espontánea y natural. Sin dejarnos llevar por la inquietud o el desasosiego.

Para ser más exactos, uno de los principios más importantes del Wu Wei es aquel que literalmente reza “no hay que dejar nada por hacer”, solo que la idea es conseguir todas nuestras metas con el menor desgaste posible.

Para ello, debemos de cambiar nuestra manera de afrontar las situaciones, teniendo en cuenta dos aspecto básicos:

  • Debemos de aprender a confiar en los acontecimientos.
  • Debemos de aprovechar las circunstancias que se nos presentan.

Seguir los principios del Wu Wei no implica renunciar nuestros sueños con tal de no enfrentarnos a una serie de desafíos; sino de permanecer alerta a aquellas oportunidades que se nos presentan y aprovecharlas para conseguir nuestros objetivos con el menor esfuerzo o desgaste posible.

Igualmente, el Wu Wei defiende que una vez ha pasado la situación o hemos resuelto el problema no debemos de pensar en él, de lo contrario cabe la posibilidad de que nos quedemos anclados en él, desgastando nuestra salud mental e interfiriendo en nuestra capacidad para percibir nuevas oportunidades.

La idea del Wu Wei es conservar nuestra calma a pesar de los conflictos o problemas que nos puedan aparecer por el camino, ya que antes o después estos se solucionarán.

¿Cómo podemos practicar esta filosofía?

Es habitual que, debido a nuestra cultura y al ritmo de vida occidental, estemos programados para afrontar las situaciones tal cual lo hacemos, con preocupaciones, prisas y angustia. No obstante, aunque al principio resulte complicado, si nos decidimos a cambiar estas dinámicas, podremos adoptar la filosofía del Wu Wei y sus beneficios.

Para ello tenemos que desarrollar dos habilidades básicas en el Wu Wei:

1. Aprender a dejar de preocuparse

La primera de estas habilidades es la de aprender o acostumbrarnos a no preocuparnos. Este paso no consiste en ignorar las conflictos, sino más bien en poner las cosas en perspectiva y darles la importancia objetiva que realmente se merecen, para a continuación elaborar las estrategias de afrontamiento pertinentes.

Esta filosofía se puede entender mejor bajo el famoso precepto de: “Si tienen solución, ¿por qué te preocupas? y si no tiene solución ¿porqué te preocupas también?”.

2. Aprender a confiar

Finalmente, el Wu Wei nos trasmite la necesidad de mantener la confianza en el trascurso de la vida y los acontecimientos, así como en nuestra propia capacidad para afrontarlos. Esta, y solo esta, es la única manera de mantener la mente despejada y estar atentos a las oportunidades que se nos aparecen.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

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