Cómo hacer un proceso creativo perfecto, en 13 pasos

¿Cómo crear algo original partiendo de nuestras ideas y sensaciones? Aquí verás las pautas a seguir.

Crear supone elaborar algo con tus propias manos o por tus propios medios y conseguir llevarlo a cabo con éxito, estando satisfecho con los resultados. Esta elaboración tiende a tener un sentido específico y estar dirigido hacia una meta u objetivo, sea resolver un problema determinado o bien la propia expresión artística del o de los autores. A veces, suena más fácil de lo que termina siendo.

Para lograr hacer algo original e innovador es necesario seguir una serie de pasos fundamentales, los cuales configuran lo que se viene a llamar proceso creativo.

Realizar un proceso creativo no es tarea sencilla, ya que exige de una elevada cantidad de esfuerzo y motivación. En este artículo pretendemos puedes encontrar 13 pasos necesarios a la hora de hacer un proceso creativo eficiente.

Pasos a seguir para llevar a cabo un proceso creativo

El proceso creativo es el procedimiento mediante el cual llevamos a cabo la resolución de un problema o reto concreto o la elaboración de un elemento determinado a partir de la creatividad. A continuación veremos las pautas a seguir para lograrlo.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si bien puede parecer que los pasos expuestos se circunscriben a un ámbito concreto como lo empresarial, todos los procesos creativos siguen en líneas generales los mismos pasos, tanto si se refieren a lo práctico como a lo teórico o a lo expresivo/artístico. También ha de tenerse muy en cuenta el importante papel del instinto y la intuición dentro de la creación, no limitándose solo a la lógica y a la razón.

1. Observación de una realidad concreta

La creación de algo no parte de la nada. Crear supone que lo creado no existía anteriormente. De este modo, el primer paso es observar el mundo (nos estemos refiriendo al medio o a nuestro propio interior) y focalizarnos en una dimensión concreta de la realidad susceptible de ser modificada o elaborada.

2. Localización del problema a resolver o el contenido a expresar

Una vez observado el mundo en el que estamos hemos de terminar de determinar si al aspecto en el que hemos fijado la atención le falta algo o podría mejorarse. Se trata de localizar el aspecto que supone un problema a resolver.

3. Delimitar objetivos

Podemos saber que algo falla, falta o debe cambiarse o exteriorizarse. El siguiente paso es preguntarnos ¿qué pretendemos hacer al respecto? Hemos de decidir qué objetivos vamos a perseguir con nuestra actuación, fijar las metas básicas. Ello nos permitirá empezar a imaginar diferentes alternativas de actuación.

4. Lluvia de ideas

Tanto si se trata de un proyecto llevado a cabo por una empresa o bien si es algo propio que realiza un solo individuo, es de gran utilidad realizar una lluvia de ideas generando todas las alternativas que podamos. En esta fase nos centraremos en hacer cuantas más y más diversas mejor, sin tener en cuenta otros aspectos como su viabilidad. Por el momento aceptaremos todas las alternativas que surjan.

5. Evaluación de las ideas

Una vez hemos generado cuantas más ideas posibles mejor, llega el momento de organizarlas y evaluar cada una de ellas. En este paso nos planteamos qué elementos creativos son viables y los principales elementos que han marcado la generación de cada idea. Se trata de observar cuales nos parecen más atractivas y eficientes a la vez que consideramos porqué se generaron otras ideas y si podría incorporarse algún elemento de ellas a las demás.

8. Elección de idea

Tras evaluar cuidadosamente cada una de las ideas es necesario seleccionar una, si bien esta puede combinarse con aspectos destacables de las anteriores. Hay que ser conscientes de que si se combinan ha de ser de cara a que la idea final sea mejor, dejando de lado otros aspectos.

Es importante tener en cuenta todas las alternativas. También es relevante el objetivo del proceso creativo: si se trata de expresar algo no hemos de buscar lo más estético ni agradable sino que realmente permita la expresión de lo pretendido, o si se pretende resolver un problema que la propuesta realizada tenga un efecto real sobre el problema en cuestión. En la elección de la idea final debe tenerse en cuenta lo racional, pero especialmente a la hora de crear es necesario hacer caso al instinto y a la intuición.

7. Búsqueda de consejo o exploración

Una vez seleccionada la idea en cuestión, es necesario investigar diferentes métodos de llevarla a la práctica. Recurrir a diversas fuentes de información o explorar vías o modalidades concretas de actuación es una herramienta básica y necesaria. Ello no implica renunciar a la creatividad, que al fin y al cabo es el elemento fundamental del proceso creativo.

8. Fijar las bases

Otro paso importante es realizar experimentos antes de presentar la versión final de lo que se pretende crear, así como establecer sus bases y a partir de ellas valorar posibles modificaciones que puedan ser necesarias o la aplicabilidad real del producto final.

9. Desarrollo y profundización

Hechas las bases del proyecto y una vez calculadas las especificaciones que van a ser necesarias para su puesta en marcha y finalización, se ha de proceder a profundizar y desarrollar aquello que hemos considerado crear.

10. Test o prueba piloto

Una vez desarrollada la idea, es necesario testearla antes de presentarla, de manera que se compruebe su funcionamiento real y si es necesario realizar alguna modificación. Este test debe hacerse primero en un entorno controlado, siendo un ensayo de cómo se comportaría lo creado en un entorno real.

11. Evaluación del proceso creativo

Este paso es necesario aplicarlo a lo largo de todo el proceso creativo. Debemos ser conscientes de si la progresiva creación del elemento o solución propuestas cumple a lo largo de su elaboración con los objetivos, qué resultados pueden preverse, si se han aplicado una supervisión suficiente y cómo ha de ser esta, si se está progresando adecuadamente o por el contrario existen dificultades, si hay suficientes recursos o si las expectativas iniciales son realistas o bien necesitan ser ajustadas.

12. Puesta en práctica/Exposición/Comunicación

La culminación del proceso creativo en sí llega en el momento en que superados todos los anteriores pasos el producto o solución propuestos son aplicados en la vida real o expuestos al público.

13. Feedback

A pesar de todos los pasos que hemos podido dar, una vez se ha presentado o elaborado el producto de nuestros esfuerzos los demás van a tener diferentes opiniones respecto a él. Esta última fase nos permite recoger posibilidades de mejora a las cuales no nos podemos cerrar, puesto que pueden darnos ideas interesantes de cara a nuevos procesos creativos.

Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica

Barcelona

Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Máster en Psicopedagogía con especialización en Orientación en Educación Secundaria. Cursando el Máster en Psicología General Sanitaria por la UB.

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