Fenciclidina (PCP): usos, efectos y precauciones

Un fármaco que ya casi no se emplea en ningún tratamiento para humanos.

El de la fenciclidina o PCP es un curioso caso ya que se trata de una sustancia psicoactiva que, tras ser desarrollada como anestésico, fue descartada debido a sus efectos secundarios. Sin embargo, algunas personas siguen utilizándolo de forma recreativa de diversas formas. Dentro de la familia de la fenciclidina encontramos compuestos como el tiofeno o la más conocida ketamina.

Esta droga recreativa, además de provocar una serie de efectos agradables, trae consigo también numerosos efectos adversos debido a que su principio activo es muy poco selectivo. Veamos a través de qué mecanismo actúa esta droga y cuales son sus efectos.

Qué es la fenciclidina

La fenciclidina es una droga disociativa que puede ser consumida por vía oral, intravenosa, fumada e inhalada. Comúnmente conocida como “polvo de ángel”, se suele consumir de forma esporádica y espaciada en el tiempo. Normalmente no se consume sola, sino que se acompaña de otras drogas. Por ejemplo, mucha gente la mezcla con cocaína o MDMA, modificando o potenciando sus efectos.

Tras el abandono de su uso en humanos al ver que producía demasiados efectos secundarios, la fenciclidina se ha reducido al ámbito veterinario. En su forma más pura, el PCP es un polvo perfectamente cristalino fácilmente soluble. El que se encuentra en la calle, sin embargo, puede ser amarillento o marrón formando una especie de pasta o conglomerado debido a los aditivos y sustancias que se le añaden en su producción ilegal.

Mecanismo de acción

La fenciclidina es un antagonista no competitivo de los receptores NMDA. Esto significa que es una sustancia que impide la excitación de los receptores de glutamato, inhibiéndolos. Además, bloquea también otros receptores como los canales iónicos de los receptores nicotínicos de la acetilcolina, y es una gonista de los opioides.

De esta forma, la actividad dependiente de acetilcolina se reduce y también aumenta la producción de aminas como la serotonina o la dopamina, de forma similar a lo que ocurre con el éxtasis o MDMA. Además, la fenciclidina interviene en un amplio número de procesos intraneuronales.

Efectos de este fármaco

Las experiencias que uno puede esperar al tomar fenciclidina son múltiples. Aunque es cierto que dependen de la dosis administrada, también varían de persona a persona. 

Naturalmente, la interacción con otras drogas también producirá unos efectos específicos que no se consiguen solamente no la fenciclidina.

1. Disociación

El efecto que más gente busca a través de la fenciclidina y que es más característico de estos compuestos es la de disociación. Uno siente como si se despegase de su entorno, siente como su cuerpo no pertenece a sus alrededores. Se experimenta una sensación de lejanía con la realidad, como si se estuviese viendo la vida a través de una pantalla. 

La sensación de irrealidad característica de la fenciclidina puede ser divertida para unos, pero para otros puede convertirse en una experiencia terrorífica en la que el individuo no sabe si jamás terminará o se quedará en este estado para siempre.

2. Alteración de la sensibilidad

Debido a sus efectos analgésicos, la fenciclidina produce numerosas alteraciones del tacto y la propiocepción. Tras el consumo, es posible que el tacto se adormezca y que sensaciones que antes podrían ser dolorosas se vuelvan tolerables o incluso agradables. Es posible que uno sienta que su propio cuerpo no pesa, como si estuviese hecho de gomaespuma y fuese igual de ligero.

3. Alteración de la motricidad

Los movimientos de las personas afectadas por la fenciclidina son lentos y pausados. Aunque uno sienta que su cuerpo no pesa, cuesta mucho moverlo y se hace muy lentamente. Las extremidades pueden adormecerse y el habla puede convertirse en pastosa. Se arrastran las consonantes y en general articular puede resultar muy complicado. Muchas veces, debido a que no se percibe bien el propio peso y todo parece ir más despacio, el paso de esta gente al moverse es muy exagerado y parece que lo hagan a cámara lenta.

4. Alteraciones oculares

Con el consumo de la fenciclidina es fácil observar fenómenos oculares que son muy característicos. Lo habitual es que la persona bajo los efectos de la fenciclidina parezca estar mirando al vacío, que tenga la mirada perdida aunque realmente esté presente. Además, pueden aparecer movimientos involuntarios y rápidos de los ojos, similares a los que suceden en la fase REM mientras dormimos, pero menos frecuentes y exagerados.

5. Alucinaciones y distorsiones

A ciertas dosis es perfectamente normal sufrir alucinaciones, especialmente de tipo auditivo. Voces que hablan, voces que hablan entre ellas, etcétera, son el tipo de alucinaciones que caracterizan a los pacientes esquizofrénicos. En ocasiones es prácticamente imposible diferenciar las alucinaciones de estos pacientes con las que aquellos que han consumido fenciclidina. Además de las alucinaciones, pueden ocurrir distorsiones perceptivas visuales.

6. Alteraciones emocionales

El consumo puede producir una elevada ansiedad durante y después de tener los efectos psicoactivos de la droga. En algunos casos la persona que consume puede experimentar una ansiedad extrema que puede llevarlo al borde de una crisis de ansiedad. Además, debido a la alteración en la producción de aminas, también el estado de ánimo puede ir variando. De la misma forma que se puede experimentar euforia y una sensación de ser invencible, hay períodos en los que el individuo siente semejante bajón anímico que puede recrear las características de un auténtico episodios depresivo mayor.

7. Efectos fisiológicos no deseables

Además de las alteraciones descritas que pueden ser buscadas o no, la fenciclidina provoca una serie de cambios en el funcionamiento fisiológico que pueden ser muy desagradables, especialmente en consumos altos. Ocurren bajadas de presión arterial que pueden terminar en desmayo, descenso de la frecuencia cardíaca y depresión respiratoria. Esto puede acompañarse de vómitos, mareo y sensación de que todo da vueltas, babeo y una pérdida completa del equilibrio.

En dosis muy altas o interacciones peligrosas pueden producirse crisis convulsivas, coma e incluso la muerte a través de algún accidente causado por los efectos de la fenciclidina, como la torpeza motora o la sensación de invulnerabilidad.

Graduado en Psicología por la Universidad de Barcelona. Master Universitario en Psicología General Sanitaria por la misma institución. Trabaja como psicólogo en el proyecto de acogida a refugiados de la Cruz Roja.

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