Los 4 tipos de test de personalidad

Un resumen de las herramientas de medición usadas en Psicología para conocer mejor cómo somos.

La psicometría tiene como objetivos principales la medición de las variables que determinan el comportamiento y comparar a distintos individuos en tales dimensiones. En el contexto de la psicología de la personalidad estos objetivos se manifiestan fundamentalmente en la cuantificación de los rasgos de personalidad por tal de predecir la conducta de forma probabilística.

Desde principios del siglo XX ha aparecido un gran número de pruebas de evaluación diseñadas para valorar la personalidad. En este artículo describiremos los 5 principales tipos de test de personalidad, que se aplican sobre todo en contextos académicos, laborales y, en el caso de los que miden características psicopatológicas, en el de la psicología clínica.

Tipos de test de personalidad

Los instrumentos que se utilizan para evaluar la personalidad son clasificados por norma general en función de los criterios metodológicos que han determinado su construcción. En cualquier caso, la mayor parte de estas pruebas se basa en la medición numérica de constructos de personalidad y en la comparación del individuo evaluado con otros.

De este modo encontramos los test de personalidad racionales, hoy en día prácticamente en desuso, los empíricos (que se basan en criterios externos), los factoriales, en que los ítems se agrupan en rasgos, y los que combinan más de uno de los criterios anteriores; en este sentido resultan especialmente destacables las pruebas creadas por Millon y por Cloninger.

1. Racionales o deductivos

Los test racionales o deductivos se construyen a partir de elementos teóricamente relacionados con las variables que se pretende medir. Para ello los autores de la prueba se basan en criterios hipotéticos y se presupone que existe una correlación entre estos y los ítems del test.

En el año 1914, poco después del estallido de la Primera Guerra Mundial, el psicólogo estadounidense Robert Sessions Woodworth creó la primera prueba de evaluación de la personalidad. La “Hoja de Datos Personales de Woodsworth” (PDS) era una prueba de screening psicopatológico que tenía el objetivo de detectar la predisposición a la neurosis en soldados.

La PDS estaba compuesta por 116 ítems, que consistían en preguntas de respuesta dicotómica (“Sí/No”) como “¿Se te pasan por la mente pensamientos que no te dejan dormir?” y “¿Tienes un fuerte deseo de suicidarte?”. Se trataba de una prueba muy susceptible de falseamiento por parte de hombres que querían evitar el servicio militar.

Los test de personalidad racionales son los menos habituales de todos los tipos, puesto que enseguida fueron sustituidos por otros basados en criterios empíricos y factoriales, que dan lugar a instrumentos de evaluación más fiables y válidos. Sin embargo, y como veremos más adelante, algunos autores combinan criterios racionales con otros distintos.

2. Empíricos (basados en un criterio externo)

Los instrumentos de esta clase se centran en valorar la correlación entre las respuestas del sujeto a los ítems de evaluación y un criterio externo determinado; así, los elementos del test deben ser útiles para predecir la dimensión relevante.

En estos casos se evalúa a un grupo de sujetos que muestran ciertas características (como un trastorno psicológico) y se analizan los ítems por tal de escoger los más representativos de la variable criterio. A partir de estos se construye la prueba definitiva, que se aplica a otros sujetos por tal de valorar el mismo constructo.

El test de personalidad empírico más conocido es el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI), desarrollado por Starke R. Hathaway y Charnley McKinley en el año 1942. El MMPI se utiliza principalmente para evaluar la presencia de rasgos de personalidad relevantes en la psicopatología, como la paranoia, la depresión o la introversión social.

3. Factoriales o test de rasgos

Las pruebas factoriales de la personalidad son las que han tenido más éxito. Estos tests evalúan diversos factores, es decir, conjuntos de ítems que correlacionan entre ellos; por ejemplo, el factor “Cordialidad” estaría compuesto por elementos que evalúan aspectos como la franqueza, la modestia, el altruismo o la sensibilidad a las necesidades de los demás.

El Cuestionario Factorial de la Personalidad de Raymond B. Cattell, más conocido como “16 PF”, ha sido uno de los tests de personalidad más utilizados durante mucho tiempo. Este test evalúa 16 factores de primer orden (o básicos) que se agrupan en 4 más amplios: Rebeldía, Autosuficiencia, Autocontrol y Tensión.

No obstante, en la actualidad el test de personalidad hegemónico es el Inventario NEO-PI-R de Costa y McCrae, que también se basa en criterios factoriales. Esta prueba se enmarca en el modelo de los cinco grandes factores de personalidad, construido a partir de datos de investigación y con las aportaciones de muchos expertos distintos.

4. Mixtos (con criterios combinados)

Ciertos test de personalidad no pueden ser consideradas estrictamente racionales, empíricas ni factoriales, sino que han sido construidos a partir de una combinación de criterios. Una de las pruebas que mejor ejemplifican este tipo de metodología es el Inventario Clínico Multiaxial de Theodore Millon (MCMI), de la que se han derivado distintos test.

El MCMI fue construido mediante el uso de los tres criterios de los que hemos hablado. En primer lugar este autor se basó en su propia teoría para escoger un gran número de ítems (estrategia racional), después seleccionó una pequeña parte de estos comparándolos con criterios externos (empírica) y finalmente identificó las correlaciones entre elementos (factorial).

Psicólogo

Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.

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