6 pruebas de amor para aplicar a tus relaciones de pareja

Las relaciones amorosas pueden ser muy confusas, pero hay señales de alerta casi definitivas.

Pareja abrazándose en la naturaleza
Es bueno prestar atención a la salud de la relación.Unsplash

Las pruebas de amor no tienen por qué consistir en cosas que le exigimos al otro para que demuestre hasta qué punto cree en la relación de pareja. En todo caso, pueden ser entendidas como algo bastante más constructivo: una manera de saber, de un modo aproximado, si el vínculo afectivo que une a dos personas es fuerte o si por el contrario lo que mantiene unida a una pareja no tiene nada que ver con eso.

A continuación veremos una propuesta de listado de pruebas de amor para que, todas justas, puedan ser usadas en el día a día. De lo que se trata es de observar la relación de pareja y pararnos a considerar si entre dos personas hay unas emociones que hagan pensar en un proyecto compartido e ilusionante.

Una ayuda para saber si es amor verdadero

El amor es siempre complicado, pero lo podemos hacer algo más simple. En concreto, tenemos varias opciones para saber, de un modo aproximado, cuándo una relación tiene cimientos sólidos y cuándo no.

Y es que son muchas las maneras en las que puede crearse una relación de pareja en el que el vínculo afectivo es débil o casi inexistente. Pensemos, por ejemplo, en las personas poco asertivas que tienen miedo a decir que no para no disgustar al otro. Cuando empieza una relación, es posible que a pesar de que el amor no es correspondido no se afronte la decisión de no seguir dando falsas esperanzas.

Otro ejemplo lo tenemos en las personas manipuladoras que empiezan a salir con alguien por interés. En estos casos, la relación se basa en alguien que intenta por todos los medios que la otra se vuelva prácticamente adicta a la relación, y para ello utiliza falsedades y engaños que alimenten el chantaje emocional.

Finalmente, también puede ocurrir algo bastante más simple: que el amor se termine pero la rutina y los hábitos vinculados a la relación de pareja sigan perpetuándose. En estos casos se puede llegar a confundir el sentimiento por el otro con el miedo a terminar con todo un estilo de vida.

Pruebas de amor para evaluar la solidez de las relaciones de pareja

Para detectar cuanto antes estas situaciones indeseables, y a falta de terapia de pareja, no hay nada como recurrir a algunas pruebas de amor.

1. No le importa mostrar enamoramiento ante los demás

Hay muchas personas muy reacias a mostrar sus sentimientos de ternura ante amigos u otros familiares, pero eso no significa que eso no pueda cambiar en alguna situación. Y… ¿si estar con la pareja no es suficiente excusa para mostrar el lado más afectivo ante otros, qué lo es?

Al principio cuesta dejarse llevar y ofrecer claras muestras de afecto a la otra persona si hay más gente mirando, pero al fin y al cabo, el placer de compartir esos momentos debería compensar de sobras esa incomodidad de que los demás nos vean con otros ojos. Expresar los sentimientos no es ningún delito.

2. Muestra una actitud ecuánime

Muchas personas creen que las pruebas de amor consisten en realizar por iniciativa propia todo tipo de mimos, desde llevar el desayuno a la cama hasta dejar que sea el otro quien siempre elija el restaurante en el que cenar. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así, y de hecho es algo perfectamente coherente con el proceder de una persona manipuladora o de una pareja que se siente culpable e “intercambia” esos pequeños sacrificios por momentos en los que cae en la infidelidad.

En cambio, una de las mejores pruebas de amor consiste en combinar esos mimos con momentos en los que comunica de manera asertiva cuáles son sus propios intereses. A fin de cuentas un novio, novia, marido o mujer no es un hijo, y tratar al otro como si fuese menor de edad implica negar su condición de persona adulta y responsable. En esos casos, se está viviendo una ilusión.

3. Invierte esfuerzo en escuchar

Una de las situaciones en las que se nota más si la relación se basa en el amor y la empatía es en las conversaciones. Es en estos momentos cuando lo único a lo que deberíamos atender es el punto de vista del otro. No su contacto físico ni sus medios de vida, sino sus palabras y su discurso. Hablar cara a cara significa abrir una ventanita al mundo mental del otro, significa escucha activa.

Así pues, las conversaciones y las situaciones de diálogo cara a cara son una de las mejores pruebas de amor: si hay un interés por las características mentales de nuestra pareja, eso se nota en nuestra actitud, nuestro lenguaje no verbal, y la presencia o ausencia de impaciencia por que termine de hablar. Fijarse en esto con regularidad es muy útil, aunque debemos tener en cuenta que el cansancio también puede crear distracciones no causadas por la falta de amor.

4. Abre conversaciones con regularidad

¿Qué hacemos cuando amamos a alguien apasionadamente? Como mínimo, pensar en esa persona con mucha frecuencia. Y, en los tiempos que corren, una buena manera de intuir con qué frecuencia ocurre eso es la cantidad de conversaciones por teléfono y redes sociales que inicia nuestra pareja.

Los excesos siempre son malos, por supuesto, y estar constantemente mandando mensajes indica que algo no anda bien (posiblemente hay celos o desconfianza), pero la relativa ausencia de intentos por entrar en contacto durante el tiempo en el que no se está en un mismo lugar es motivo para preguntar si todo anda bien. Lo cual nos lleva al siguiente punto.

5. Pregunta cómo te sientes

Una relación no es simplemente una parcela de la vida en el que invertir tiempo y recursos. Es también un lugar al que vamos a prestar atención al otro, a ver en qué medida podemos ser de ayuda. Es por eso que algo tan simple como preguntar "¿cómo te sientes?" Es una herramienta tan poderosa y, por otro lado, una muestra de amor.

6. No le cuesta disculparse

Hasta en las parejas más perfectas abundan los errores. Es por eso que, cuando aparecen por parte de la otra persona, es bueno fijarse si se disculpa, y el modo en el que lo hace. A fin de cuentas, si el orgullo pesa más que la voluntad de que el otro se sienta mejor, algo falla en esa relación.

Psicólogo

Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.

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