​“No encuentro a esa persona especial”: 6 causas y soluciones

¿Debemos preocuparnos si no encontramos a esa persona especial?

Las ganas de tener pareja, relacionadas o no con la intención de formar una familia, son una fuente de preocupación relativamente frecuente en personas de casi todas las edades.

También es muy común aunque no menos desagradable y estresante, que los problemas a la hora de encontrar a alguien adecuado se vuelvan un motivo de preocupación que produce ansiedad o bien algo que genera sensación de desesperanza en aquellas personas que ven su soltería como un destino irremediable.

Esto se suele plasmar mediante la frase "no encuentro a esa persona especial". ¿Cómo podemos abordar psicológicamente estos casos en la que la soltería no deseada genera malestar y tendencia a la tristeza, el estrés o incluso los síntomas depresivos? A continuación veremos algunos aspectos que hay que tener en cuenta en estos casos.

¿Por qué no puedo tener pareja? Un primer paso

Hay que tener claro desde el primer momento que todo lo que podamos hacer para dejar de sufrir por no encontrar la pareja adecuada depende básicamente de la persona afectada, ya que no se puede responsabilizar a los demás de no cumplir con las características que se buscan o no corresponder nuestro afecto

Esto, que parece evidente, es algo que en muchas ocasiones se pasa por alto en los momentos de vulnerabilidad: se culpa a los demás con mucha facilidad, ya que eso permite ver encarnados varios de los problemas que nos afligen y ofrece una posibilidad de aliviar el malestar a costa de la de la otra persona.

1. Revisando el caso de las personas con pareja

Es posible que la idea de no encontrar a alguien especial no afecte solo a personas solteras, sino también a gente que se siente distanciada de su pareja o que cree que no la quiere lo suficiente. En estos casos hay una gran variedad de factores que entran en juego, y por eso no hablaremos de estos casos en este artículo

Lo mejor en estos casos es empezar por establecer una comunicación fluida con la pareja sobre este tema y, a partir de ahí, explorar posibilidades en conjunto o bien con la ayuda de profesionales.

2. Auto-examinándonos

El segundo punto, es ya una llamada a la acción: analizar nuestros propios sentimientos y conductas para saber bien lo que nos pasa. Hay muchas maneras de experimentar una soltería no deseada; se puede buscar a alguien para formar una familia, o también es posible que se busque pareja por presión social, o bien que se haya sufrido un rechazo de manera reciente y que eso haya generado una crisis.

Es necesario no dar demasiadas cosas por supuesto en lo que se refiere a nuestras verdaderas motivaciones y necesidades. Solo este paso ya puede ser un difícil proceso de aprendizaje para aquellas personas que no estén acostumbradas a auto-examinarse de manera introspectiva o que no tienen como hábito realizar las actividades vinculadas a lo que en ocasiones se llama inteligencia emocional.

3. Trabajando en las expectativas

Parte del problema de creer que no se encuentra a la persona adecuada para formar una pareja suele encontrarse en las expectativas, que en muchas ocasiones pueden estar profundamente moldeadas por la presión social o incluso la moda, la industria cinematográfica y, en general, el mundo de las celebridades.

En estos sectores de mercado es habitual invertir mucho dinero en desarrollar campañas de imagen para hacer que personas ofrezcan al público la mejor imagen de sí mismos, una versión fácilmente "idealizable" que en muchas ocasiones ni siquiera define bien su personalidad real. Sin embargo, esto es algo que solemos pasar por alto y que hace que creemos unas expectativas irreales acerca de cómo pueden llegar a ser las personas las 24 horas del día. Si nos imaginamos que lo normal es ser como estas personas jóvenes y famosas durante todo el día, se mata la tolerancia a la frustración ante los defectos de los demás.

4. Detectando las señales de aislamiento

Aquellas personas que manifiesten algunos signos cercanos a la depresión al no encontrar pareja, tendrán más posibilidades de aislarse más, lo cual puede hacer que se sientan más solas. La tristeza y la desesperanza no solo hace que se pierda la energía para hacer cosas como salir a conocer gente, sino que nos sitúa en un bucle de pensamientos que daña nuestra autoestima y nos hace pensar que es inútil buscar compañía, ya que nadie se va a interesar por nosotros.

Cuando alguien hace movimientos para aproximarse a una persona triste o deprimida, en vez de interpretarse esto como una buena señal, muchas veces esto produce miedoansiedad, o bien se toma como una muestra de lástima o burla. Esto hace que se adopte una actitud ala defensiva que expresa de manera no verbal la idea de que se quiere permanecer a solas, cosa que con frecuencia hace que esta persona se retire. Esto, a su vez, es memorizado como una situación desagradable que ha terminado en la vuelta a la soledad, lo cual confirma las ideas de que uno está destinado a estar solo.

Si hemos decidido que realmente nos interesa conocer gente nueva, es importante que procuremos obligarnos a realizar actividades que aumenten nuestras posibilidades de interactuar con terceros, aunque no nos apetezca para nada debido a nuestro bajo estado de ánimo. Para ello resulta de mucha ayuda la colaboración de nuestras amistades, que acostumbran a ofrecer un muy buen apoyo emocional.

5. Encontrando maneras de conocer gente

Este es uno de los pasos más obvios para encontrar a personas interesantes, y conviene dedicar tiempo a explorarlas todas. En el caso de la posibilidad de conocer gente por Internet, es importante desprenderse de los prejuicios negativos asociados con esta forma de toma de contacto inicial que aún existen: se basan en estereotipos sobre la gente que tradicionalmente ha utilizado los ordenadores para entretenerse y, además de basarse en falacias y versiones caricaturescas de la realidad, han quedado muy anticuadas.

6. Otras propuestas de amor

Finalmente, hay algo que merece la pena tener en cuenta: también existe la posibilidad de tener relaciones afectivas que no se ciñen a la pareja atada por el amor romántico tradicional. El poliamor es una forma más de afectividad que muchas personas encuentran útil.

Concluyendo

Por mucho que pensemos "no encuentro a esa persona" esto es solo una descripción de la situación presente, no una afirmación sobre cómo deben ser las cosas y cómo va a ser nuestro futuro. 

Es importante romper con el bucle de ideas relacionadas con la tristeza y la desesperanza, que limitan nuestro margen de movimientos, y forzarnos a llevar a cabo esas actividades que sabemos que nos van a facilitar conocer a más gente.

Psicólogo

Licenciado en Sociología por la Universitat Autónoma de Barcelona. Graduado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Posgrado en comunicación política y Máster en Psicología social.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese