Test de matrices progresivas de Raven

Un test de inteligencia que evalúa lo que se conoce como "factor G".

test raven
Así funciona este test.Unsplash

Existen poco temas dentro del mundo de la psicología que susciten tanta polémica como el estudio y evaluación de la inteligencia humana. La disputa acerca de si es posible medir la inteligencia de una persona en base a un solo constructo o si realmente existe una inteligencia general perdura hasta nuestro días.

No obstante las pruebas que intentan medir la inteligencia humana son de las más utilizadas en cualquier ámbito de evaluación. Siendo el test de matrices de Raven es una de las aclamadas y recurridas por su facilidad de aplicación y su versatilidad.

¿Qué es el test de matrices progresivas de Raven?

El test de matrices progresivas de Raven es una prueba más que conocida y utilizada en el ámbito psicológico y psicopedagógico. Este test diseñado en 1938 por el psicólogo inglés John C. Raven, tenía el objetivo de calcular el factor “G” de inteligencia y su administración se restringió a los oficiales de la armada de Estados Unidos.

El factor “G” de inteligencia hace referencia a la inteligencia general que condiciona cualquier ejecución o resolución de problemas, y es común a todas las habilidades que requieran de un componente intelectual. Este factor evidencia la habilidad de una persona a la hora de realizar un trabajo intelectual.

La característica principal de esta prueba es la de incentivar el razonamiento análico, la percepción y la capacidad de abstracción. Además, al ser un test no verbal se sirve de la comparación entre formas y el razonamiento por analogías, sin la necesidad de que la persona precise de una cultura o conocimientos previos.

En la actualidad existen diferentes versiones de esta prueba, las cuales se administran en función de la edad y las habilidades de la persona a evaluar. Estas tres versiones son: La Escala general para personas de entre 12 y 65 años

  • Matrices progresivas en color para niños de entre 3 y 8 años con algún tipo de diversidad funcional intelectual
  • Matrices avanzadas para la evaluación de personas con capacidades superiores al promedio

Características de la prueba

Existen una serie de características distintivas que han convertido esta prueba en una de las más utilizadas. Estas características se dan tanto a nivel de administración, como de objetivos y fiabilidad

1. Objetivo

Otro de los objetivos del Test de matrices progresivas de Raven es el de medir la capacidad eductiva de la persona, la cual explicaremos más adelante, mediante la comparación de formas y la utilización del razonamiento por analogía; todo esto de manera independiente a los conocimientos previamente adquiridos por el sujeto.

2. Material

Se trata de una prueba que utiliza series de figuras geométricas abstractas e incompletas que se presentan a la persona de manera gradual y con dificultad ascendente. La prueba puede administrarse mediante fichas impresas o también de forma virtual.

3. Administración

Otra de las ventajas de esta prueba es que esta es susceptible de ser autoadministrada, así como de administrarse tanto de manera individual como colectiva.

El tiempo de aplicación de esta prueba es de entre 30 y 60 minutos, no obstante este suele completado a los 45 minutos de su inicio.

4. Fiabilidad y validez

Finalmente, en cuanto a la fiabilidad y validez de esta prueba esta presenta un 0.87-0.81 de fiabilidad, mientras que en validez se obtuvo un índice de 0.86. Estos datos fueron obtenidos con las fórmulas de Kuder-Richardson y con los criterios de Terman Merrill.

¿En qué contextos se administra esta prueba?

El test de matrices progresivas de Raven es utilizado como un instrumento de evaluación básica y aplicada, y su administración puede extenderse a muchos y diversos campos. No obstante, los contextos en los que más se utiliza esta prueba son:

  • Centros de enseñanza
  • Centros de orientación laboral y selección de personal
  • Clínicas psicológicas
  • Centros de investigación psicológica, sociológica y antropológica
  • Contextos militares y de defensa

Objetivo de la prueba: la capacidad de educción

Tal y como se comenta al inicio del artículo, uno de los principales objetivos del test es poner a prueba y medir la capacidad eductiva de la persona.

Esta capacidad eductiva hace referencia a la capacidad de la personas para encontrar relaciones y correlatos dentro de una información que se presenta de forma desorganizada y poco sistematizada en la cual estas relaciones no se hacen evidente de manera inmediata.

La capacidad de educción está asociada a la capacidad intelectual para la comparación de imágenes y representaciones, así como con el razonamiento analógico, sin tener en cuenta en nivel cultural o de conocimientos que posee la persona.

Esta habilidad constituye el resorte más importante en el funcionamiento cognitivo de alto nivel, el cual está implicado en los distintos procesos de abstracción. Asimismo, si la comparamos con otros conceptos relacionados, la capacidad de educción es la que más se asemeja a la inteligencia fluida.

¿En qué se basa esta prueba? La teoría bifactorial de Spearman

El psicólogo de origen inglés Charles Spearman estableció la existencia de una inteligencia general en el año 10904. En base a sus investigaciones, Spearman indicó que el factor “G” de inteligencia era el principal encargado del rendimiento intelectual general de la persona.

Spearman creía que si una persona es capaz de sobresalir en ciertos áreas o actividades cognitivas, lo más probable es que también los haga en casi todas las áreas. Por ejemplo, una persona con buenas puntuaciones en pruebas numéricas, es muy probable que también obtenga puntuaciones altas en pruebas de lógica o en pruebas verbales.

A raíz de aquí desarrolló una teoría conocida como Teoría Bifactorial, según la cual dentro de la inteligencia humana se pueden distinguir dos parámetros fundamentales: el factor general o factor “G” y el factor especial o factor “S”.

Factor “G”

El factor general hace referencia a una cualidad personal y posiblemente hereditaria. Consiste en un atributo especial del cerebro que difiere de una persona a otra pero que se mantiene estable a lo largo de la vida de la persona.

Factor “S”

Este factor abarca las habilidades o destrezas específicas que una persona posee para hacer frente a cualquier tipo de tarea. A diferencia del factor “G”, esta difiere según la educación previa de la persona y no se puede extrapolar a otros ámbitos.

No obstante, no es poca la controversia existente alrededor de estos constructos, puesto que algunos sectores mantienen la idea de que no puede existir una idea de inteligencia general y que esta solamente es una muestra de las oportunidades que una persona ha tenido para aprender ciertas habilidades o adquirir ciertos conocimientos.

Psicóloga Sanitaria y Sexóloga

Licenciada en Psicología por la Universitat de València. Especializada en Sexología Clínica y Terapia de Pareja por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) donde, entre otras cosas, descubrió su pasión por la psicología de la infertilidad. Para completar su formación clínica, realizó el Máster de Psicología General Sanitaria en la Universitat de Valencia.

Ha desempeñado labores de psicóloga en diversos centros, entre ellos la Unidad de Salud Mental del Hospital Clínico Universitario de Valencia y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) en Barcelona.

Actualmente, Isabel compatibiliza su trabajo con un blog divulgativo llamado “Sexplícitamente Hablando”. En el que reflexiona sobre aspectos psicológicos de las relaciones personales y sobre la sexualidad.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese