La terapia de pareja: una ayuda para reconstruir vínculos

Estas son las claves de la terapia de pareja, una intervención psicológica centrada en la relación.

Terapia de pareja
Estos son los fundamentos de la terapia de pareja.

La terapia de pareja es un tipo de ayuda que muchos matrimonios o personas involucradas en noviazgos utilizan para salir de sus crisis relacionales.

Esta opción rompe con la idea de que la psicoterapia es un lugar al que se asiste solo para expresar ideas que afectan únicamente a uno mismo: la psicología también puede ser aplicada a los vínculos afectivos y a la comunicación entre dos personas.

Entrevista a Cecilia Martín, psicóloga

En esta ocasión entrevistamos a Cecilia Martín del Instituto Psicode, para que explique cuáles son las claves de la terapia de pareja.

¿Cuáles son los tipos de problemas por los que más acuden a terapia las parejas?

Aunque los motivos son muy variados, el motivo más frecuente por el que acuden las parejas a consulta ahora es la infidelidad.

Cada vez son más frecuentes las infidelidades en las parejas, tanto en hombres como en mujeres. Y las infidelidades son perdonadas. No son una causa de ruptura. Pero para que la persona logre perdonar y recuperar la confianza en su pareja necesita la terapia.

En el Instituto Psicode trabajamos las crisis profundas por las que las parejas pasan tras descubrirse una infidelidad. Y en el 90% de los casos, las parejas se recuperan e incluso salen fortalecidas de ello. “ Nunca pensé que podría perdonarle y ahora me alegro mucho de haberme enterado del engaño. Nos queremos mucho más y nos sentimos más unidos que nunca y confío en nuestra relación” son algunos de los testimonios de nuestros pacientes.

Otro de los grandes motivos de consulta en terapia de pareja es que les ayudemos a recuperar la pasión. Pasión con mayúsculas porque la gente quiere sentir por su pareja y quiere sentirse querido y deseado por ella.

Después de muchos años de relación, la rutina y la monotonía muchas veces desgastan a la pareja y el deseo sexual disminuye. Es una queja actual tanto de hombres como de mujeres. El bajo deseo sexual muchas veces es interpretado por el otro como que “ya no me quieres” o “ya no me deseas”. Y esos mensajes mal interpretados producen mucho sufrimiento a las personas. Uno de los puntos clave de nuestras terapias de pareja es recuperar la chispa en la relación, recuperar la pasión y el deseo ardiente por el otro.

En otros casos pueden ser los celos, la dependencia por parte de uno de ellos, los problemas de falta de espacio y cuidado para uno mismo o las dificultades en la toma de decisiones.

A veces acuden para tomar la decisión de seguir juntos o no. No porque se lleven mal como pareja, sino porque existe un conflicto en valores, cada uno tiene un esquema y no consiguen llegar a un “caminar juntos”. Por ejemplo, tener o no tener hijos, renunciar a una carrera profesional para acompañar a la pareja a otro país, la demanda de tener relaciones sexuales abiertas por parte de un miembro de la pareja, etc.

Y en otros casos, son las discusiones y los conflictos recurrentes el motivo principal de consulta.

Las parejas quieren aprender a solucionar sus diferencias con respecto a diferentes temas, por ejemplo, con la familia política, educación de los hijos, relaciones sociales, responsabilidades domésticas, y no consiguen llegar acuerdos. En algunos casos la comunicación se vuelve agresiva y las discusiones se producen delante de los niños, lo que agrava más la situación.

¿En estos casos qué se hace en la terapia de pareja?

En la terapia de pareja , aprenden a resolver esos problemas por los que discuten una y otra vez. La pareja entra en un bucle de conflicto diario del que no puede salir. Nada más sacar el tema de conversación ya produce tensión en el ambiente. ¿Por qué un tema que aparentemente es sencillo causa tanto revuelo y tanta agresividad en el otro?

No sólo son temas de comunicación y de puntos de vista diferente sino que hay más componentes emocionales implicados. Posiblemente ese tema arrastra mucha historia del pasado y está tocando puntos débiles de cada uno.

Todos estos factores son los que analizamos en la terapia: los miedos de cada uno, las historias de vida que han marcado su carácter, etc. Una vez que llegas al click! Es fácil encontrar soluciones y las parejas consiguen dejar de discutir.

Muchas veces, cuando se representa la terapia de pareja en los medios de ficción audiovisual, los guionistas se centran mucho en las discusiones y en los conflictos que estallan durante las sesiones. ¿Realmente las discusiones forman parte del funcionamiento normal de este tipo de terapias?

En nuestras consultas intentamos que estas escenas no ocurran. Nuestra filosofía es que “para discutir no se paga un psicólogo, porque eso ya lo saben hacer solos”. Ya tienen bastantes las parejas con el desgaste de sus discusiones en casa como para reforzarlo en la consulta. Además, permitirlo sería ayudar a crear más distanciamiento, pues al estar el psicólogo delante, por el hecho de que a todos nos gusta tener la razón, se magnifica todo más (conscientemente o inconscientemente) para que este se ponga de nuestra parte.

Por ello que evitamos estas situaciones aunque no por ello evadimos los problemas. El psicólogo debe saber mediar correctamente e impedir que se eleve el clima de tensión en la consulta. El objetivo es que la sesión termine bien y que la pareja salga fortalecida de cada sesión y habiendo aprendido algo.

¿Cuáles son los objetivos principales de esta forma de intervención psicológica?

El objetivo principal de la terapia es que la pareja vuelva a creer en el amor. Que sientan que su relación vale la pena y que sientan que han elegido a alguien especial con quien compartir su vida. Cuando la pareja consigue esto, se sienten plenos y motivados para resolver cualquier adversidad.

¿Cómo lo conseguimos? Pues en algunas ocasiones hay que trabajar cosas del pasado. Reprocesar y cerrar el pasado para poner la mirada en el presente. Las parejas vienen con tanta desconfianza, resentimiento, decepción.. Si no se trabaja el rencor por el pasado, esto boicotea el presente.

Trabajamos la expresión de sentimientos y aumentar el acercamiento emocional entre ellos. Les enseñamos técnicas de comunicación eficaces, hacemos de mediadores en las discrepancias, les ayudamos a recuperar la pasión y sobre todo a que vuelvan a sentirse como un “equipo” para resolver las dificultades futuras que forman parte del día a día.

¿Cuáles son las variantes de terapia de pareja más comunes y recurridas, y cómo se sabe cuál es la que mejor se adapta a cada caso?

Las variantes de terapia de pareja dependen del enfoque terapéutico que trabaje cada profesional. Desde el Instituto Psicode trabajamos bajo un enfoque integrador, con técnicas de diferentes enfoques: terapia sistémica, cognitivo-conductual e incluso técnicas de psicodrama para el trabajo más emocional.

Cada pareja es única y requiere un trabajo único. No suele haber soluciones universales que les sirvan a todos. Por esta razón, las parejas no encuentran las soluciones fijándose en sus parejas de amigos. Es un trabajo profundo que suele ser más complejo que la terapia individual.

¿Qué tipo de medidas son promovidas desde la terapia para que las parejas que acuden a este servicio se comprometan a hacer progresos?

Lo ideal es que los dos miembros de la pareja acudan motivados a realizar cambios y a trabajar para seguir juntos. Cuando esto ocurre, la terapia suele ser breve y los cambios se obtienen en muy pocas sesiones.

Pero no suele ser lo habitual. Lo normal es que los dos, o al menos uno de ellos esté ya muy cansado de luchar por la relación . Suelen pedir ayuda cuando ya están agotados y cuando sólo ven la separación como única via.

En estos casos hay que trabajar la motivación y buscar los puntos fuertes de la relación. Ayudarles a buscar las razones por las que seguir juntos.

¿Es normal acudir a terapia de pareja sin tener muchas esperanzas de mejorar la situación?

Es lo habitual. Partimos de la base que la mayoría de las personas cuando nos llaman para pedir cita, es porque el ultimátum de ruptura está a la vuelta de la esquina.

Ellos dicen que cuando vienen ya lo han intentado todo, pero no es cierto. Han intentado una y otra vez soluciones que no funcionan, o que incluso agravan más la situación. Necesitan al psicólogo experto que les ayude a ver lo que ellos no ven.

Algunos, cuando piden cita, a pesar de darles lo antes posible , nos encontramos que muchas veces en esos días la pareja ya puso fin a la relación y no acuden a su cita de pareja. Es una lástima, porque no agotaron el último cartucho.

En otras ocasiones si es cierto que acuden demasiado tarde. Por ejemplo en los problemas por infidelidad, es frecuente que las parejas pidan terapia cuando la infidelidad ha sido repetida varias veces. Aquí la persona que ha sido traicionada , viene tan desencantada que para conseguir restaurar la confianza hace falta más tiempo de trabajo terapéutico. Si las parejas buscaran ayuda tras el primer episodio de infidelidad sería mucho más fácil el trabajo.

La parte buena de los incrédulos en la posibilidad de mejora, y que a pesar de ello lo intentaron, es que luego se ven recompensados por su esfuerzo. Son los que más se asombran con los cambios y por consiguiente más agradecidos están con sus parejas y con su decisión de iniciar el proceso.

¿Esta percepción pesimista de las cosas suele cambiar en el transcurso de las sesiones?

Claro. A medida que el proceso va avanzando y ven los cambios mantenidos en el tiempo, el optimismo y credibilidad en la pareja aparece. Muchas parejas, tras experimentar los resultados de la terapia de pareja, reconocen que si lo hubieran sabido hubieran venido antes. La terapia de pareja funciona.

Cuando la terapia de pareja no parece avanzar, ¿cuáles acostumbran a ser las causas?

Cuando uno de los miembros no tiene realmente la intención de luchar por la pareja porque ya no la quiere, pero continua la terapia de pareja, tan sólo por una ganancia secundaria para sí mismo. Puede pasar que uno de ellos quiera salvar la relación, pero tiene claro que necesita ver una implicación real en el otro en la terapia porque si no , se separa.

Hemos visto casos en los que uno de los dos que quiere seguir en la relación pero por no porque quiera a su pareja, sino porque la ruptura supone una serie de pérdidas que no está dispuesto a asumir y viene a terapia de pareja por evitar que su pareja le deje.

Por ejemplo, el miedo a perder su nivel adquisitivo, no querer que sus hijos vivan con padres separados, etc. La actitud de estas personas impide el desarrollo real de la terapia de pareja y es muy difícil avanzar.

¿En qué situaciones recomendarías acudir a terapia de pareja? ¿Cómo saber si el problema es lo suficientemente significativo para dar este paso?

Recomendamos acudir cuando aparece un problema que causa sufrimiento a la pareja y que no pueden resolver por si solos. En ocasiones, si la pareja acude pronto a pedir ayuda, en muy pocas sesiones el problema está resuelto y la pareja puede continuar feliz.

Si no se ha resuelto el problema y tan sólo lo dejan pasar, ese problema saldrá más adelante en el futuro y agravará más la situación.

¿Qué les dirías a las personas que empiezan a plantearse si su relación de pareja es viable?

Las decisiones importantes en la vida se toman desde un estado racional, desde la calma y la serenidad. Si te encuentras en una situación donde estás desbordado emocionalmente porque en tu pareja hay enfrentamientos constantes, el resentimiento y enfado no te dejarán ver si la solución de separación es la correcta.

A corto plazo puede ser un alivio, pero a medio o largo plazo quizá te des cuenta que había otras opciones.

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