10 métodos para estudiar antes de un examen

Varias técnicas y estrategias para sacar el máximo rendimiento a tus horas de estudio.

En los sistemas educativos de la mayoría de países, el examen es ese momento en el que nuestro aprendizaje se transforma en una tarea de todo o nada

Días o incluso semanas de asistencia a las clases y de estudio por cuenta propia pueden fracasar si a la hora de realizar las pruebas que se nos ponen en los exámenes, fracasamos. Es por eso que dominar bien los métodos de estudio es algo muy importante a la hora de sacar el máximo partido de nuestros conocimientos y capacidades.

Afrontando exámenes difíciles

España es un país con un grave problema en su sistema educativo; tanto en primaria como en secundaria no enseñan a los alumnos formas efectivas para estudiar, algo que debería ser clave en el proceso de aprendizaje. En mi primer año en la universidad solo me limitaba a memorizar, tarea que se me hacía harto tediosa, así que comencé a buscar otros métodos para estudiar de cara a los exámenes.

En cuanto tuve dominadas estas nuevas metodologías (pues no hay una única infalible) mis calificaciones mejoraron mucho; en la mayoría de materias subí hasta más de tres puntos (en exámenes sobre una puntuación máxima de 10). La verdad es que dudo que hubiera sacado tan buenas notas sin estas técnicas de estudio; la Universidad es dura y en esa época debía comprender y asimilar mucha información. Estaba claro que los métodos de estudio me funcionaron, y creo que también pueden ser de utilidad para cualquier persona que necesite superar exámenes. Por eso me he decidido a compartirlos.

Las mejores técnicas y métodos de estudio

Los consejos que explicaré te servirán para cualquier asignatura: exámenes para oposiciones, inglés, etc. No obstante, estos métodos de estudio no son la panacea ante la vagancia: ¡el esfuerzo y la constancia son la base del éxito!

1. Premios

Pensar en la imagen de que tienes 2-3 horas de estudio por delante es, digamos, poco... estimulante. Pero hay una forma de hacerlo menos pesado:

Tómate un descanso cada 50-60 minutos y haz alguna actividad que te guste durante 10 minutos: ver la televisión, leer, hacer ejercicio, etc. Es cuestión de que sepas que el esfuerzo no va a ser sobrehumano, más bien todo lo contrario; se trata de compaginar el esfuerzo dedicado al estudio con actividades placenteras o de ocio, así asociamos inconscientemente el estudio con algo positivo y llevadero.

2. ¡Fuera distracciones!

¿Eres el clásico estudiante que está en clase mirando el facebook cada minuto o garabateando en la libreta? No temas, de esos los hay muchos. Son los mismos que estudian 1 hora de cada 4.

Esto se debe a que para llegar a un estado pleno de concentración se tardan casi 10 minutos. Llegados a este punto, si por activa o por pasiva este proceso de concentración es interrumpido, tendrás que reiniciar el proceso.

¿Y qué podemos hacer para evitar distraernos? Evitar redes sociales, esconder el móvil o apagarlo, alejarse de la TV, etc. Son pequeños detalles que aunque parezcan insignificantes, importan. Este método de estudio puede resumirse así: cuando te toque descansar, descansa y no te compliques la vida, pero cuando sea momento de estudiar, no te dediques a otra cosa.

3. Música para concentrarse

Estaremos de acuerdo que ponerse canciones de heavy metal o de electrónica para estudiar le funciona a muy pocas personas… pero a pesar de la creencia popular de que a la hora de estudiar no hay que escuchar música, hay ciertas melodías y sonidos que pueden ayudar a entrar en estado de relajación. Puedes probar, por ejemplo,con piezas musicales para meditar.

Otros consejos en torno a la música a la hora de estudiar:

  • Evita poner la típica canción pegadiza, o una que te guste mucho.
  • Elige una lista de reproducción de como mínimo 50 minutos, así no te verás en la necesidad de buscar canciones al cabo de un rato.
  • La radio no sirve. La voz de los presentadores puede llegar a ser irritante a la hora de estudiar.

4. Estudia con antelación

En la carrera nunca estudiaba el día antes del examen, ni tampoco el mismo día. Tampoco para los exámenes más importantes como los finales. La clave estudiar con meses de antelación, un poco cada día. Si estudias un examen que tienes dentro de dos meses durante una hora o dos al día tienes el éxito asegurado.

La información se estructurará en en tu mente a largo plazo, se conservará durante mucho tiempo y podrás hacer uso de ello cuando lo necesites. Si estudias de forma apurada el día antes, o dos o tres días antes, puede que apruebes, pero el conocimiento no quedará bien fijado y lo acabarás por olvidar. Las cosas se te pondrán difíciles en el futuro, cuando los profesores den por supuesto que recuerdas los contenidos de lecciones anteriores.

5. Mapas mentales

Un mapa mental es una imagen esquematizada usada para representar palabras, ideas o conceptos vinculados alrededor de una idea central. Los mapas mentales son un método muy bueno memorizar información. ¡Lo recomiendo!

6. Haz ejercicio físico

Aunque no lo parezca, el ejercicio puede formar parte de los métodos de estudio. Según un estudio de la Universidad de Illinois, hacer 20-30 minutos de ejercicio antes de un examen mejora la concentración. Muchas veces, antes de un examen he ido al gimnasio para desestresarme, al fin y al cabo había estudiado con mucha antelación y podía permitirme el lujo (a modo de premio).

Desde mi punto de vista es un gran error pensar que el día del examen o el día antes hay que pasarlo estudiando hasta el último minuto. Hay que darse un margen para descansar y entrenar los músculos para estar en el mejor estado físico posible antes de someternos a la presión de un examen. ¡Somos humanos!

7. Cambia los lugares de estudio

Si vas cambiando lugares donde estudias mejorarás tu concentración y podrás retener más datos. Esto se debe a que estudiar en un mismo sitio, por activa o por pasiva, nos acaba por irritar. Introducir nuevas variables en el estudio rompe esa rutina y nos aporta un balón de oxígeno para estudiar.

Una buena opción sería alternar entre tu casa y diversas bibliotecas públicas.

8. Come bien y sano

El hambre hará que estés sin energía y distraído. Te recomiendo que comas algo antes de estudiar, especialmente almendras (al contener fenilalalina, que estimula las neuronas) y la remolacha (el monofosfato de uridina ayuda a mejorar las capacidades cognitivas).

9. ¡Mantén un espíritu positivo!

La mentalidad positiva es de gran ayuda a la hora de obtener buenas calificaciones. Muchos compañeros, al darle excesiva importancia a los resultados, se preocupaban de manera desmedida por lo que hacen y experimentan arrebatos de ansiedad antes de los exámenes, cosa que les condiciona y les mantiene distraídos (la profecía que se autocumple). Por eso es importante mantener la calma y tener una actitud positiva.

Además, ser pesimista acerca de los resultados que vamos a obtener nos da una excusa para dejar de esforzarnos. Es un fenómeno similar a lo que se conoce como indefensión aprendida.

10. Haz simulacros de exámenes

Imitar un examen mediante un simulacro es muchas veces más útil que leer o subrayar. Te replanteas posibles preguntas lógicas (que posiblemente coincidirán con las del examen real) y ayudarás a regular la ansiedad previa, pues el examen “real” solo será uno de tantos.

Además, realizar simulacros de exámenes es uno de los métodos de estudio más útiles, porque te ayuda a descubrir lagunas y puntos flacos en tu conocimiento.

Graduado en Psicología por la Universitat Autònoma de Barcelona. Posgrado en intervención clínica. Máster en psicología de la salud.

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