Trastorno Bipolar tipo 2: características, síntomas y tratamientos

En este tipo de Trastorno Bipolar, la fase depresiva tiene mayor intensidad que la fase eufórica.

Trastorno Bipolar tipo 2
Un repaso a esta variante de Trastorno Bipolar.Unsplash.

El Trastorno Bipolar se caracteriza por la presencia intermitente de episodios maníacos y episodios de depresión. Por esto mismo se llama trastorno ‘bipolar’ y es conocido también como trastorno maníaco-depresivo (porque las manifestaciones oscilan de un polo a otro).

Dentro de este amplio espectro puede pasar que los episodios maníacos sean más intensos que los depresivos, o a la inversa. Por esta razón, actualmente se reconocen dos tipos de trastorno bipolar: Trastorno Bipolar tipo I y Trastorno Bipolar tipo II.

¿Qué es el Trastorno Bipolar tipo 2?

El Trastorno Bipolar tipo II, también escrito incluyendo números romanos (Trastorno Bipolar tipo II) es un patrón del estado de ánimo que se caracteriza por episodios depresivos mayores, alternados con episodios hipomaníacos. Es decir, la depresión se manifiesta con mayor intensidad que la manía.

Actualmente, el Trastorno Bipolar tipo 2 es una de las sub-categorías clínicas que se encuentran dentro de la categoría de “Trastorno bipolar y trastornos relacionados” en la quinta versión de los manuales diagnósticos y estadísticos de los trastornos mentales (DSM-V, por sus siglas en inglés).

Criterios diagnósticos para el Trastorno Bipolar Tipo II (según el DSM-V)

Como hemos dicho, el Trastorno Bipolar tipo 2 puede ser diagnosticado ante la presencia de dos grandes y complejos fenómenos: un episodio hipomaníaco y un episodio depresivo mayor. A su vez, estos fenómenos deben tener una serie de características específicas (para poder diferenciar al Trastorno Bipolar Tipo I del tipo II).

Además, durante su diagnóstico debe especificarse cuál de los episodios ha sido más reciente, y cómo ha sido, por ejemplo, si ha ocurrido en ciclos rápidos, si existen características psicóticas, si se acompaña de otros elementos como ansiedad, si hay un patrón estacional, y si la gravedad es leve, moderada o severa.

El episodio hipomaníaco

Se refiere a un periodo de estado de ánimo demasiado elevado, por ejemplo, más expansivo o más irritable de lo normal, caracterizado por un aumento visible y persistente de la energía. Para su diagnóstico, este periodo debe haber durado mínimo cuatro días seguidos y debe presentarse durante la mayor parte del día.

Este aumento visible y persistente de energía debe haber provocado un cambio importante del comportamiento habitual, pero que no esté interfiriendo gravemente en el cumplimiento de las responsabilidades que se consideran socialmente adecuadas para la edad, el género, la posición social, etc. de la persona.

Este aumento de energía se caracteriza por la presencia de por lo menos tres de los siguientes fenómenos, siempre y cuando no puedan ser explicados por los efectos fisiológicos de alguna sustancia o tratamiento:

  • Hay un aumento de la autoestima y sentimiento de grandeza.
  • Aun si hay cansancio, existe una poca o baja necesidad de dormir.
  • Hay una mayor necesidad de hablar o de mantener la conversación.
  • Siente que los pensamientos van a una gran velocidad o que hay una especie de fuga de ideas
  • Hay una facilidad especial para distraerse.
  • La actividad es exacerbada, lo que puede verse en una agitación psicomotora.
  • Interés excesivo por actividades que con mucha probabilidad causarán malestar (por ejemplo, hacer compras de manera repentina, imprudente y desenfrenada)

Si todo esto se acompaña por características psicóticas, entonces el episodio no es hipomaniaco, sino maníaco, lo que requiere una intervención distinta. Así mismo, todo lo anterior debe ser suficientemente notorio y visible por las personas más cercanas.

Episodio de depresión mayor

Como su nombre lo dice, el episodio de depresión mayor es la presencia de un estado de ánimo depresivo que es experimentado la mayor parte del día y casi todos los días, lo que influye de manera importante en la actividad cotidiano de la persona.

Clínicamente este episodio puede diagnosticarse cuando el estado de ánimo tiene al menos cinco de las siguientes características, y además ha producido un malestar clínicamente significativo, es decir, ha provocado que la persona no pueda cumplir con las responsabilidades que se consideran socialmente aceptadas para su edad, género, estatus social, etcétera (p.ej. con el trabajo, estudios, familia):

  • El estado de ánimo ha durado casi todos los días, lo que puede conocerse a través de lo que la persona expresa, además de que puede corroborarse por lo que han visto otras personas.
  • Disminución importante del interés y la sensación de placer por prácticamente todas las actividades de dia a dia.
  • Pérdida o aumento importante y rápida de peso (sin haber hecho dieta).
  • Insomnio casi todos los días.
  • Sensación de inquietud y agitación psicomotora constante y observable por los demás.
  • Fatiga y pérdida de energía constante.
  • Sensación excesiva o inapropiada de culpa, puede ser incluso delirante.
  • Falta de concentración y de toma de decisiones.
  • Ideación de muerte y suicidio constante.

Ninguno de los fenómenos anteriores puede ser explicado por los efectos de una sustancia o tratamiento médico. Para su diagnóstico, es importante no solo considerar el listado, sino el criterio clínico del especialista basado en la historia clínica de la persona y de las normas culturales que hace que se considere un malestar significativo.

Terapias y tratamientos

El Trastorno Bipolar tipo 2 no es tanto una enfermedad como una condición de vida, no obstante, existen varias opciones para ayudar a que la persona adquiera mayor control sobre sus emociones y sobre las oscilaciones de su estado de ánimo.

Las opciones más efectivas son aquellas que combinan la terapia farmacológica adecuada con psicoterapia de largo plazo. En cuanto a los medicamentos, aquellos que se incluyen con mayor frecuencia son los estabilizadores de estado de ánimo, los antipsicóticos y los antidepresivos. Por su parte, las psicoterapias más frecuentes son la terapia cognitivo conductual, la terapia sistémica y la psicoeducación.

Actualmente se realizan muchos estudios e investigaciones (e incluso asociaciones civiles y modelos críticos) para comprender mejor el Trastorno Bipolar Tipo 2, con lo cual, se desarrollan cada vez más opciones para que las personas que han tenido este diagnóstico, y sus familias, puedan tener unas buenas condiciones de vida.

Referencias bibliográficas:

  • National Institute of Mental Health (2018). Bipolar Disorder. Recuperado 02 de mayo de 2018. Disponible en https://www.nimh.nih.gov/health/topics/bipolar-disorder/index.shtml.
  • Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5. Washington, D.C: USA.

Psicóloga | Redactora especializada en Psicología Social

Licenciada en Psicología por la Universidad de las Américas Puebla (México). Máster en Investigación e Intervención Psicosocial por la Universitat Autònoma de Barcelona, con experiencia profesional en inclusión social y educativa así como docencia en psicopedagogía. Cuenta con estudios en política pública y derechos humanos y actualmente es doctoranda en Psicología Social en la Universitat Autònoma de Barcelona, donde trabaja temas relacionados con metodologías cualitativas, salud pública, salud mental, diversidad funcional y perspectiva de género.

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