Psicología de la Salud: historia, definición y ámbitos de aplicación

Describimos cómo surgió esta disciplina y cuáles son sus características y sus objetivos.

Existe un gran número de disciplinas dentro de la psicología. Mientras que algunas de ellas se focalizan en la investigación, el ámbito grupal o la práctica clínica, la Psicología de la Salud se centra en la promoción de la salud y en el tratamiento psicológico de la enfermedad física.

En este artículo repasaremos la historia de esta rama de la profesión, la contextualizaremos, la definiremos y describiremos sus objetivos.

¿Qué entendemos por “salud”?

En el preámbulo de su Constitución, redactada en 1948, la Organización Mundial de la Salud definió la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no la mera ausencia de enfermedad o discapacidad”.

La propia definición enfatiza en hacer una distinción con la antigua concepción de la salud como la simple ausencia de problemas físicos; actualmente, el término “salud” se utiliza para hacer referencia además a variables psicosociales que influyen en la biología humana, lo cual otorga un rol clave a la Psicología de la Salud.

Otras definiciones sitúan la salud y la enfermedad en un continuo. Así, en uno de sus extremos encontraríamos la salud total, mientras que en el otro se situaría la muerte prematura debida a la ausencia de salud.

Asimismo, cada vez se da más importancia a la comprensión de la salud como estado y como recurso que permite conseguir las metas y cubrir las necesidades de los individuos y de los grupos sociales en relación con su entorno.

Historia de la Psicología de la Salud

Las funciones que realiza actualmente la Psicología de la Salud han sido tradicionalmente objeto de atención de diversas disciplinas.

Podemos considerar que el surgimiento de la Psicología de la Salud fue un proceso lento y progresivo. En éste encontramos varios momentos y aportaciones clave que es necesario mencionar para poder comprender el desarrollo de este campo.

El modelo biomédico y el modelo biopsicosocial

Tradicionalmente se ha entendido la salud desde una perspectiva dualista que separa el cuerpo y la mente. Este punto de vista se englobaría en lo que conocemos como “modelo biomédico”, que se popularizó en Occidente durante el Renacimiento, periodo en que hubo un reencuentro con la ciencia y con la razón, superando las explicaciones religiosas que imperaban por entonces.

A finales del siglo XIX y principios del XX los progresos en la medicina provocaron un cambio de rumbo en este campo y otros relacionados. Además de la mejora en las intervenciones médicas y en la calidad de vida en general, las enfermedades infecciosas, que hasta entonces habían sido el foco principal de la medicina, pudieron ser tratadas con mayor eficacia. Esto desplazó la atención de la medicina hacia las enfermedades crónicas derivadas del estilo de vida, como los trastornos cardiovasculares y el cáncer.

El modelo biopsicosocial propuesto por Engel acabó sustituyendo al modelo biomédico. A diferencia de éste, el modelo biopsicosocial destaca la relevancia y la interacción de los factores psicológicos y sociales junto con los biológicos. Esta perspectiva plantea la necesidad de tratamientos personalizados e interdisciplinares, puesto que la intervención debe dirigirse a los tres tipos de variables.

Influencias y antecedentes

Johnson, Weinman y Chater (2011) señalan varios antecedentes cercanos fundamentales en el surgimiento de la Psicología de la Salud como disciplina independiente.

Entre estos destacan la obtención de datos epidemiológicos que relacionan la conducta con la salud, la aparición de la Psicofisiología y la Psiconeuroinmunología, y la adición de la ciencia conductual y las habilidades de comunicación (para mejorar la relación con los pacientes) a la formación en medicina.

También resultó fundamental el desarrollo de disciplinas como la Medicina Psicosomática y la Medicina Conductual. Tanto la una como la otra se focalizan en el tratamiento de la enfermedad física mediante técnicas de intervención psicológicas, si bien la Psicosomática surgió de planteamientos psicodinámicos y la Medicina Conductual del conductismo.

Actualmente el término “Medicina Conductual” se usa para nombrar un campo interdisciplinar que engloba aportaciones de la psicología pero también de otras ciencias, como la farmacología, la nutrición, la sociología o la inmunología. Esto le confiere un ámbito de actuación más amplio que el de la Psicología de la Salud.

La aparición de la Psicología de la Salud como disciplina

En el año 1978 la American Psychological Association creó su 38ª División: la perteneciente a la Psicología de la Salud. Joseph D. Matarazzo fue nombrado su presidente y la División 38 lanzó poco después su primer manual (“Health Psychology. A handbook”) y una revista oficial.

Desde entonces la Psicología de la Salud se ha especializado en el tratamiento de enfermedades físicas y psicológicas, como la depresión. No obstante, el avance de esta rama de la psicología ha sido más rápido en unos países que en otros debido a su relación con la sanidad pública; por ejemplo, en España la escasa inversión gubernamental en psicología hace de la Psicología de la Salud una especialización relativamente infrecuente.

Definiendo la Psicología de la Salud: ¿qué es?

Aunque la Psicología de la Salud no tiene una definición oficial, Matarazzo (1982) la describió como un campo que engloba aportaciones diversas de la psicología en relación a la educación, la ciencia y la profesión, aplicadas a la salud y a la enfermedad.

La American Psychological Association propone que la Psicología de la Salud es un campo interdisciplinar que aplica el conocimiento obtenido por la psicología a la salud y a la enfermedad en programas sanitarios. Estas intervenciones se aplican en la atención primaria o en unidades médicas.

Thielke y otros (2011) describen cuatro subdisciplinas dentro de la Psicología de la Salud: la Psicología Clínica de la Salud, la Psicología de la Salud Pública, la Psicología de la Salud Comunitaria y la Psicología de la Salud Crítica, dirigida a las desigualdades sociales relacionadas con la salud.

Diferencias con la Psicología Clínica

¿Cuáles son, exactamente, las diferencias entre la Psicología de ls Salud y la Psicología Clínica? En el ámbito español, es fácil confundir estas dos ramas de la psicología, dado que ambas encajan con la idea de la intervención en pacientes con problemas que les hacen sufrir o que limitan su autonomía. Sin embargo, no se ocupan exactamente de lo mismo.

La Psicología Clínica tiene como objetivo diagnosticar y ofrecer psicoterapia a personas que podrían haber desarrollado un trastorno psicológico, es decir, que pone su diana en la salud mental ante alteraciones cognitivas, emocionales o conductuales cuya gravedad, a veces, sobrepasa el umbral de lo clínico y daña la salud mental. En cambio, la Psicología de la Salud no centra sus esfuerzos en la psicoterapia realizada para revertir los síntomas del TOC, el trastorno bipolar u otras complicaciones por el estilo, sino que intenta fomentar los hábitos saludables del paciente en un sentido amplio, así como procurar que esté informado y sepa cómo prevenir y amortiguar el malestar producido por determinada enfermedad física o mental.

Eso sí, hay que tener en cuenta que esta diferencia de categorías depende de las regulaciones de cada país, y en determinados lugares Psicología Clínica podría ser prácticamente un sinónimo de Psicología de la Salud.

Objetivos

Para Matarazzo, la Psicología de la Salud tiene varias metas determinadas que describiremos a continuación.

1. Promoción de la salud

Éste es uno de los aspectos más característicos de la Psicología de la Salud. Tradicionalmente la medicina ha resultado insuficiente en el tratamiento de buen número de enfermedades, en especial aquellas que son crónicas y que requieren un cambio en los hábitos, como las enfermedades cardiovasculares o los problemas respiratorios debidos al consumo de tabaco.

La psicología cuenta con un mayor número de recursos para mejorar la adherencia al tratamiento y la relació****n entre el profesional y el enfermo. Ambas variables se han mostrado fundamentales en la eficacia de los tratamientos médicos.

2. Prevención y tratamiento de enfermedades

Tanto la Medicina como la Psicología Clínica se han centrado históricamente en el tratamiento de la enfermedad (física y mental, respectivamente). No obstante, ambas han descuidado la prevención de enfermedades, aspecto ineludible para la consecución de la salud plena.

La Psicología de la Salud se ha aplicado a un gran número de enfermedades físicas. Estas incluyen los trastornos cardiovasculares, el cáncer, el asma, el síndrome de intestino irritable, la diabetes y los dolores crónicos, como los derivados de la fibromialgia o de las cefaleas.

Asimismo, la Psicología de la Salud es clave en la prevención de los problemas derivados de hábitos poco saludables, como los producidos por el tabaquismo o la obesidad.

3. Identificación de correlatos etiológicos y diagnósticos

La Psicología de la Salud no debe dedicarse simplemente a tareas aplicadas de prevención y tratamiento de enfermedades, sino también a investigar activamente qué factores influyen en su aparición y su curso.

En este sentido, la Psicología de la Salud incluiría aportaciones de la epidemiología, de la Psicología Básica y de otros campos de la investigación útiles para diversas disciplinas relacionadas con la salud.

4. Análisis y mejora del sistema sanitario

Este aspecto de la Psicología de la Salud es clave e implica un componente político, en el sentido de que las medidas sanitarias recomendadas por los profesionales de la Psicología de la Salud deben ser implementadas a través del sistema sanitario público para alcanzar a un mayor número de personas.

No obstante, como hemos dicho previamente, en función del país en que nos encontremos este objetivo no deja de resultar algo utópico.

Perspectivas de este ámbito

Existen dos perspectivas principales en relación al rumbo que debe tomar la Psicología de la Salud, que actualmente sigue siendo un campo muy joven.

Una de ellas plantea que la disciplina debe especializarse en aportar los conocimientos de la psicología a la enfermedad física; la Psicología de la Salud se concebiría, por tanto, como un equivalente para la salud física de lo que la Psicología Clínica es a la salud mental. No obstante, esto conlleva un retroceso a la concepción dualista del ser humano, con la separación del cuerpo y la mente como entidades independientes.

El otro punto de vista propone más bien que la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud pertenecen en realidad a un mismo ámbito de actuación. La mayor diferencia que habría entre ambas sería el énfasis en la prevención por parte de la Psicología de la Salud, frente a la focalización tradicional de la Clínica en lo patológico.

Referencias bibliográficas:

  • Amigo Vázquez, I., Fernández Rodríguez, C. & Pérez Álvarez, M. (2003). Manual de psicología de la salud. Madrid: Pirámide.
  • Johnson, M., Weinman, J. & Chater, A. (2011). A healthy Contribution. Health Psychology, 24(12); 890-902.
  • Matarazzo, J. D. (1982). Behavioural health’s challenge to academic, scientific and professional psychology. American Psychologist, 37; 1–14.
  • Thielke, S.,Thompson, A. & Stuart, R. (2011). Health psychology in primary care: recent research and future directions. Psychology Research and Behavior Management, 4; 59-68.

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