El perdón: ¿debo o no debo perdonar a quien me hirió?

Cuando nos sentimos ofendidos o heridos por alguien, los sentimientos negativos nos secuestran.

https://www.flickr.com/photos/wiertz/

El perdón es uno de los fenómenos más importantes en nuestras relaciones con los demás. Todos nos hemos preguntado alguna vez si esa persona que nos ha hecho daño, intencionadamente o no, merece nuestro perdón.

Nos afecta, sobre todo, cuando las faltas a perdonar vienen de personas cercanas a nosotros, como familiares, amigos o pareja, relaciones en las que la existencia o no del perdón puede perjudicar significativamente nuestra calidad de vida (y la de los demás). Ahora bien, ¿significa perdonar a alguien reconciliarnos con ella?

El perdón, ¿debo o no debo perdonar?

Es cierto que el perdón favorece a que se produzca una reconciliación pero esta no es estrictamente necesaria, de hecho podemos estar en una relación donde no haya perdón y simplemente se haya “olvidado” un hecho doloroso o bien perdonar a alguien con quien ya no tenemos ningún contacto. El acto de perdonar en sí, es más bien un proceso y se da a medida que pasa el tiempo.

Bien, los científicos están de acuerdo en que perdonar implica que la persona ofendida reconoce que aquello que le han hecho, no está bien y aunque sabe que la situación puede no estar justificada y la persona que le ha causado el daño no merece ser perdonada, toma la decisión de hacerlo.

Gordon y Baucon (1998-2003) señalan que perdón no significa tener sentimientos positivos de compasión, empatía ni amor hacia quien nos ha herido, pues puede ser “un acto egoísta” que se hace hacia uno mismo, con el fin de disminuir las emociones negativas ésta que le causa.

A más a más, la decisión de perdonar no exime de pedir justicia y reclamar aquello que no creemos justo, siempre y cuando no actuemos sólo de forma vengativa (Casullo, 2008).

Aferrarse a la ira es como aferrarse a una brasa candente con la intención de tirársela a otro; tú eres el que se quema.”

Buda

El perdón se experimenta a nivel individual, hay un cambio en la conducta, el pensamiento y las emociones de quien lo sufre pero a la vez se puede considerar interpersonal ya que se da en una situación concreta y con unos roles específicos: ofensor-ofendido.

Los procesos asociados al perdón

En los últimos 20 años ha habido un creciente interés en el estudio del perdón en Psicología con el fin de abordar dos procesos:

  • Por un lado, el perdón aspecto clave en la recuperación de heridas emocionales, como el caso de la infidelidad en la pareja, en que la persona engañada puede sentirse traicionada por su cónyuge..

  • Cómo evidencia en la asociación en numerosos estudios entre el perdón y la salud, tanto física como mental.

Tipos de perdón

Desde el enfoque de quien se ha sentido herido en relaciones cercanas y más cotidianas, podemos encontrar tres tipos de perdón:

  • El perdón episódico: relacionado con una ofensa particular dentro de una situación concreta.

  • El perdón diádico: la propensión de perdonar dentro de una relación, como puede ser una pareja o una familia.

  • El perdón disposicional: rasgo de la personalidad de una persona, su disposición a perdonar a medida que pasa el tiempo y a través de diferentes situaciones.

Estos tres elementos influyen conjuntamente sobre nuestra capacidad para perdonar y en el modo en el que decidimos perdonar.

Posturas respecto al perdón

Existen tres posturas respecto al perdón, las cuales nos predisponen de una u otra manera a la hora de intentar responder a la pregunta de cómo perdonar. Estas son las siguientes:

  1. La primera posición y la más extendida. Percibe el perdón cómo esencial para la curación de heridas emocionales y resalta lo beneficioso que es para la salud, física y mental. Resulta muy útil para el tratamiento de sentimientos de ansiedad y rabia además de una herramienta clínica muy eficaz para personas con estrés postraumático. Se le atribuyen valores de compasión y humildad.

  2. La segunda postura tiene una visión diferente del perdón respecto la primera. Considera que en algunos casos no perdonar resulta también beneficioso, ya que no hacerlo puede ser perjudicial para quien perdona y puede poner en riesgo colectivos que están en situación de vulnerabilidad como puede ser el caso de los abusos o maltratos. Los valores que sostienen son equidad, justicia y empoderamiento.

  3. La tercera postura se encuentra a nivel intermedio de las dos anteriores. Pone énfasis en el contexto en el que se da el perdón y por tanto habría que valorar cada situación.

La decisión de perdonar o no está en quien se ha sentido ofendido, y se puede introducir a nivel terapéutico siempre y cuando el paciente lo decida libremente. Por tanto de esta visión el perdón puede ser tanto positivo como negativo, dependiendo del contexto donde se produzcan los hechos.

Factores que influyen en el perdón

A fin de profundizar un poco más en el mundo del perdón se describen las principales características o variables que afectaran a la decisión final:

La exoneración: es un proceso interno en el cual la persona herida analiza y entiende con más profundidad la situación que le provoca un daño. (Hargrave & Sells, 1997).

  • Características del que perdona: depende de si pensamos que la persona ha actuado para hacernos daño, o si bien pensamos que no lo ha hecho queriendo, cuando más benévolas percibamos las actuaciones del otro, hay más posibilidades de que accedamos a perdonarle. Por otra parte, las personas que están dispuestas a perdonar, disponen de una mayor habilidad para controlar sus emociones, así como las personas con ansiedad o depresión les cuesta más perdonar.

  • Características de la ofensa: cuanto más grave se considere la misma, es menos probable que exista el perdón.

  • Características del ofensor: el hecho de reconocer los hechos humildemente y pedir disculpas de forma sincera favorece que aparezca el perdón.

Perdonarse a uno mismo

El perdón puede estar enfocado hacia las relaciones con otras personas, pero también puede darse hacia uno mismo, es decir, hacia la autoimagen y el autoconcepto. Saber gestionar exitosamente el perdón hacia uno mismo supone tener más o menos éxito a la hora de no vernos invadidos por el malestar que puede producir la culpa.

Ho'oponopono: una filosofía de vida basada en el perdón

Si crees que necesitas perdonarte a ti mismo y a los demás para poder ser feliz, puede que te sea útil la filosofía hawaiana llamada Ho'oponopono. La puedes descubrir visitando este artículo:

Referencias bibliográficas:

  • Guzmán, Mónica. (2010). Forgiveness in Close Relationships: Conceptualization from a Psychological Perspective and Implications for the Clinical Practice. Psykhe (Santiago), 19(1), 19-30. Retrieved November 28, 2014, from http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext... 10.4067/S0718-22282010000100002.

Estudiante de psicología

Psicóloga familiar. Graduada en Psicología en la Universitat Oberta de Catalunya. Interesada en la Psicología clínica desde la escuela Cognitivo-Conductual.

Psicólogo/a

¿Eres psicólogo?

Date de alta en nuestro directorio de profesionales

Artículos relacionados

Artículos nuevos

Quizás te interese