Los 7 tipos de adicción a Internet (y sus efectos)

La adicción a Internet, también conocida como ciberadicción, es una alteración psicológica que puede expresarse en una amplia variedad de síntomas. Si esto le sumamos que hace relativamente poco tiempo que existe (y que, por tanto, se habla de él como un problema), tenemos el cóctel perfecto para que cientos de miles de personas la sufran sin ser conscientes de lo que les pasa.

Para que sea más fácil detectar este fenómeno, aquí veremos cuáles son los tipos de adicción a Internet más importantes, así como sus efectos y características.

Tipos de adicción a Internet: ¿qué clases de páginas web causan más dependencia?

Uno de los criterios más útiles para clasificar las variantes del uso problemático de Internet tiene que ver con el formato y los servicios que se ofrecen en las webs más visitadas por el usuario que sufre este problema. El hecho de que existan diferentes tipos de ciberadicción nos muestra que la red de redes no debe ser vista como una causa de trastornos adictivos, sino en todo caso un contexto en el que aquellas personas más predispuestas a desarrollar problemas de impulsividad y de gestión de sus emociones son relativamente vulnerables a “engancharse a la pantalla”.

Dicho de otra forma, asumir que hay algunas clases de páginas web capaces de generar una adicción es una manera un tanto simplista y parcial de ver las cosas. Sí, es cierto que algunas empresas diseñan sus plataformas digitales intentando capturar la atención de los usuarios una y otra vez y hacer que cueste mucho levantar la vista del smartphone o el ordenador, pero también es verdad que la mayoría de las personas que usan Internet a diario no terminan sufriendo ciberadicción.

Teniendo todo esto en cuenta, veamos cuáles son los tipos de adicción a Internet.

1. Redes sociales en línea

Los servicios de redes sociales como Instagram, Facebook o TikTok tienen dos características que las hacen muy hábiles a la hora de hacer que revisemos estas páginas webs una y otra vez y que perdamos la noción del tiempo en ellas: por un lado, recopilan mucha información sobre nosotros a través de cómo interactuamos con sus contenidos, y por el otro, tienen la capacidad de ofrecernos un torrente constante de publicaciones nuevas que van cambiando segundo a segundo.

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2. Páginas de videojuegos en línea

Algunos videojuegos en línea son lo suficientemente completos como para tener accesos más allá de páginas de Internet (por ejemplo, iconos en el escritorio de un ordenador), mientras que otros solo son jugables accediendo a determinadas webs. En todo caso, la mecánica es la misma; usar a los propios usuarios como contenido de un juego para que cada sesión de gaming sea única y que, por otro lado, surja la necesidad de batir records (en el caso de los juegos basados en torneos) o de mantener viva una identidad grupal (en el caso de los juegos de rol en línea).

3. Webs de juegos de apuestas

Este tipo de experiencias ofrecidas por los casinos online merecen su propia categoría aparte de la que hemos visto antes, ya que estos no son videojuegos al uso, sino verdaderas máquinas pensadas para “atrapar” a los usuarios en un bucle de ansias por ganar dinero y de recuperar el dinero perdido. De los tipos de adicción a Internet que veremos aquí, es el único definido oficialmente como un trastorno adictivo, y como tal aparece en los manuales diagnósticos de psiquiatría y psicología clínica.

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4. Páginas de contenido para adultos

Esta categoría de webs puede ser dividida en webs de pornografía grabada, por un lado, y webs de cibersexo, por el otro. En ese caso, la ciberadicción se solapa en muchos aspectos con la adicción al sexo.

5. Páginas de entretenimiento en línea

En esta categoría encontramos otras webs que no pertenecen a los tipos anteriores y que de todas formas son comercializadas como proveedoras de ocio, como por ejemplo YouTube. También en esta plataforma online hay un constante fluir de contenido nuevo y se aplican mecanismos para ofrecer publicaciones adaptadas a los gustos de cada persona.

6. Plataformas de trading

La popularización de las inersiones con afán especulativo ha hecho que muchas personas estén consultndo una y otra vez el valor de sus activos, sufriendo una especial ansiedad cuando ponen su dinero en mercados muy volátiles, como por ejemplo las criptomonedas.

7. Plataformas de chat

Finalmente, el último de los tipos de adición a Internet es, posiblemente, el más antiguo de todos. Lo que un día empezó siendo páginas de chat rudimentarias en las que solo era posible emitir y recibir líneas de texto hoy se ha convertido en aplicaciones de mensajería instantánea que nos siguen allá a donde vayamos gracias a la tecnología móvil.

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Las características y los efectos de la adicción a Internet

Aunque debido a la naturaleza diversa y cambiante de la red de redes el fenómeno de la adicción a Internet puede adoptar muchas formas, existen una serie de características generales que se dan en casi todas sus ramificaciones. Estos son los principales:

1. FOMO (Fear of Missing Out)

Tal y como indica su nombre en inglés, este fenómeno se basa en el malestar que genera la idea de estar perdiéndonos cosas que podrían estar ocurriendo en la red en tiempo real. El FOMO suele ocurrir sobre todo en los tipos de adicción a Internet en los que hay un fuerte componente social, es decir, redes sociales, plataformas de chat, foros, etc.

2. Dingeing (digital bingeing)

Como hoy en día la mayoría de las personas que han desarrollado ciberadicción poseen un smartphone, terminan reproduciendo un patrón de conducta que consiste en pulsar constantemente el botón de encendido del teléfono móvil, para así revisar rápidamente en su pantalla si tienen notificaciones nuevas. Debido a lo rápido y sencillo que resulta realizar esta acción, pueden llegar a hacerlo cada pocos minutos, incluso al estar interactuando con otras personas, conduciendo un vehículo, trabajando…

3. Problemas de sueño

Una persona que está siempre pendiente de la pantalla de su dispositivo conectado a Internet tendrá muchas dificultades para conciliar el sueño. Se expondrá a la luz de la pantalla incluso estando en la cama con la luz apagada, y ante el mínimo estímulo similar al sonido de su smartphone, revisará su teléfono, en vez de relajarse para dormir bien.

4. Ansiedad por la abstinencia

En cualquiera de los tipos de adicción a Internet, el simple hecho de llevar horas sin poder conectarse a la red hace que la persona desarrolle ansiedad y surja en ella un sentimiento de angustia. Esto hace que sienta la necesidad de usar su ordenador o celular cuanto antes.

5. Irritabilidad ante las interrupciones

Otra de las características que se reflejan en el comportamiento de las personas con ciberadicción es que se ponen de muy mal humor cuando algo o alguien requiere de su atención y deben dejar de mirar a la pantalla. Esto ocasiona discusiones familiares con frecuencia.

¿Cómo es la terapia para la adicción a Internet?

A la hora de intervenir terapéuticamente en el uso problemático de Internet, la mayoría de las estrategias usadas por los profesionales de la salud mental se basan en la psicoterapia. En concreto, se trabaja con los pacientes para, en primer lugar, detectar los desencadenantes de esa respuesta ansiosa ante la experiencia de llevar muchas horas seguidas sin conectarnos a la red; y en segundo lugar, para realizar un entrenamiento en técnicas de gestión de la impulsividad y de las emociones.

Para ello, algunos de los recursos usados en terapia psicológica son los ejercicios de relajación, la exposición controlada a estímulos ansiógenos, la reestructuración cognitiva, las técnicas de gestión del tiempo (por ejemplo, los desencadenantes de la acción) y la psicoeducación, entre otros. En los casos más severos en los que tras la apariencia de la adicción a Internet en realidad se esconden casos de juego patológico (ludopatía), puede ser necesario el uso de psicofármacos recetados por el médico.

Si quieres ir a terapia para superar alguno de los tipos de adicción a Internet, ponte en contacto con nosotros. En Avance Psicólogos atendemos a adultos, adolescentes y niños, y contamos con más de dos décadas de experiencia en el ámbito de la salud mental.